Estamos revisando algunas traducciones.
Gracias por tu comprensión.
Estamos revisando algunas traducciones.
Gracias por tu comprensión.
Lo que buscas es lo que está buscando.
Querido Dios, por favor, revelanos tu sublime belleza, que está en todas partes, en todas partes, en todas partes, para que nunca más nos sintamos asustados.
Debemos darnos cuenta de que no importa dónde ni cómo muera un hombre, si está en estado de pecado mortal y no se arrepiente, cuando podría haberlo hecho y no lo hizo, el Diablo arranca su alma de su cuerpo con tal angustia y dolor que solo una persona que lo ha experimentado puede apreciarlo.
Donde hay Amor y Sabiduría, no hay Miedo ni Ignorancia. Donde hay Paciencia y Humildad, no hay Ira ni Molestia. Donde hay Pobreza y Alegría, no hay Codicia ni Avaricia. Donde hay Paz y Contemplación, no hay Preocupación ni Inquietud. Donde hay el Temor de Dios para guardar la morada, no puede entrar ningún enemigo. Donde hay Misericordia y Prudencia, no hay Exceso ni Severidad.
¡Qué maravillosa majestad! ¡Qué asombrosa condescendencia! ¡Oh, sublime humildad! Que el Señor de todo el universo, Dios y el Hijo de Dios, se humillara de esta manera bajo la forma de un pequeño pan, para nuestra salvación... En este mundo no puedo ver al Altísimo Hijo de Dios con mis propios ojos, salvo por Su Santísimo Cuerpo y Sangre.
¿Qué tienes que temer? Nada. ¿A quién tienes que temer? A nadie. ¿Por qué? Porque quien se ha aliado con Dios obtiene tres grandes privilegios: omnipotencia sin poder, embriaguez sin vino y vida sin muerte.
Os ruego que mostréis la mayor reverencia y honor posible al santísimo Cuerpo y Sangre de nuestro Señor Jesucristo, por medio de quien todas las cosas, ya sean en la tierra o en el cielo, han sido reconciliadas y traídas a paz con Dios Todopoderoso
Dios no podría haber elegido a nadie menos calificado, o más pecador que yo. Y por eso, para esta maravillosa obra que Él tiene la intención de realizar a través de nosotros, me eligió, porque Dios siempre elige a los débiles y a los absurdos, y a aquellos que no cuentan para nada.
Por lo tanto, ordeno a todos mis Hermanos, los que viven ahora y los que vendrán en el futuro, que veneren a la Santa Madre de Dios, a quien siempre imploramos que sea nuestra Protectora, que la alaben en todo momento, en todas las circunstancias de la vida, con todos los medios a su alcance y con la mayor devoción y sumisión.
Nuestras manos absorben como raíces, así que las coloco en lo que es bello en este mundo. Y las pliego en oración, y ellas reciben luz del cielo.
Creo que Tú, oh Jesús, estás en el Santísimo Sacramento. Te amo y Te deseo. Ven a mi corazón. Te abrazo. Oh, nunca me dejes. Que el ardiente y más dulce poder de Tu amor, oh Señor Jesucristo, te ruego, absorba mi mente para que pueda morir por el amor de Tu amor, que Tuviste la gracia de morir por el amor de mi amor.
Sal y predica el evangelio y si es necesario, usa palabras.
Sería considerado un robo de nuestra parte si no diéramos a alguien en mayor necesidad que nosotros.
Oh, divino Maestro, concede que no busque tanto ser consolado como consolar; ser entendido como entender; ser amado como amar. Porque es dando que recibimos; es perdonando que somos perdonados; y es muriendo que nacemos a la vida eterna.
No retengas nada de ti mismo para ti mismo, para que Aquel que se da completamente a ti te reciba totalmente.
Porque es dando que recibimos.
Y es muriendo que nacemos a la vida eterna.
Estudia siempre para tener alegría, porque no conviene al siervo de Dios mostrar ante su hermano o a otro tristeza o rostro preocupado.
Todo lo que obtener te separa de los demás; todo lo que das te une a los demás.
Jesús está feliz de venir con nosotros, así como la verdad está feliz de ser dicha, la vida de ser vivida, la luz de ser encendida, el amor de ser amado, la alegría de ser dada, la paz de ser difundida.
Señor, hazme un instrumento de tu paz. Donde haya odio, que yo siembre amor, Donde haya herida, perdón; Donde haya duda, fe; Donde haya desesperación, esperanza; Donde haya oscuridad, luz; Y donde haya tristeza, alegría. Oh Divino Maestro, Concédeme que no busque tanto ser consolado como consolar, Ser comprendido como comprender, Ser amado como amar.
El viaje es esencial para el sueño.
Si un superior da alguna orden a alguien que está bajo su autoridad que va en contra de la conciencia de esa persona, aunque no la obedezca, no será despedido.