Estamos revisando algunas traducciones.
Gracias por tu comprensión.
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Lo que crees, experimentas.
Ser absolutamente nada es estar más allá de toda medida.
La crisis no está allá afuera en el mundo, está dentro de nuestra propia conciencia.
El miedo es la energía destructiva en el hombre. Marchita la mente, distorsiona el pensamiento, conduce a todo tipo de teorías extraordinarias y sutiles, supersticiones absurdas, dogmas y creencias.
Sin conocerte a ti mismo, no hay paz.
De innumerables complejidades debemos crecer hacia la simplicidad; debemos volvernos simples en nuestra vida interior y en nuestras necesidades externas.
Lo desconocido no es medible por lo conocido. El tiempo no puede medir lo atemporal, lo eterno, esa inmensidad que no tiene principio ni fin... cuando tratamos de medir algo que no es medible, solo nos atrapamos en palabras.
El aprendizaje es la esencia misma de la humildad.
El deseo mismo de estar seguro, de estar seguro, es el comienzo de la esclavitud. Solo cuando la mente no está atrapada en la red de la certeza, y no busca certeza, está en un estado de descubrimiento.
Es un gran arte tener una abundancia de conocimiento y experiencia: conocer la riqueza de la vida, la belleza de la existencia, las luchas, las miserias, las risas, las lágrimas, y sin embargo mantener tu mente muy simple; y solo puedes tener una mente simple cuando sabes cómo amar.
El observador es el observado.
Para transformar el mundo, debemos comenzar con nosotros mismos; y lo que es importante al comenzar con nosotros mismos es la intención. La intención debe ser entendernos a nosotros mismos y no dejarlo a los demás para que se transformen o para provocar un cambio modificado a través de la revolución, ya sea de izquierda o de derecha. Es importante entender que esta es nuestra responsabilidad, la tuya y la mía.
Sin entender el proceso del yo, no hay base para el pensamiento, no hay base para el pensamiento correcto.
La disciplina es necesaria para frenar la mente, de lo contrario no hay paz.
Buscar la satisfacción es invitar a la frustración.
Sé una luz para ti mismo.
La meditación no es un medio para un fin. Es tanto el medio como el fin.
¿Alguna vez te has sentado muy en silencio con los ojos cerrados y has observado el movimiento de tu propio pensamiento? ¿Has observado cómo funciona tu mente? O más bien, ¿tu mente se ha observado a sí misma en acción, solo para ver qué son tus pensamientos, qué son tus sentimientos, cómo miras los árboles, las flores, los pájaros, a las personas, cómo respondes a una sugerencia o reaccionas ante una nueva idea? ¿Alguna vez has hecho esto?
No me importa lo que suceda. Esa es la esencia de la libertad interior. Es una verdad espiritual atemporal: suelta el apego a los resultados, en lo más profundo de ti mismo, te sentirás bien sin importar qué.
Un hombre que no tiene miedo no es agresivo, un hombre que no tiene miedo de ningún tipo es realmente un hombre libre, un hombre pacífico.
El dolor mismo destruye el dolor. El sufrimiento mismo libera al hombre del sufrimiento.
En el momento en que soy consciente de que soy consciente, no soy consciente. La conciencia significa que el observador no está.
La mente da significado a todo, pero el significado que da es sin sentido.