Aparta el libro, la descripción, la tradición, la autoridad, y emprende el viaje del autodescubrimiento.

Descubre lo que significa morir, no físicamente, eso es inevitable, sino morir a todo lo que se conoce, morir a tu familia, a tus ataduras, a todas las cosas que has acumulado, a lo conocido, a los placeres conocidos, a los miedos conocidos. Muere a eso cada minuto y verás lo que significa morir para que la mente se haga fresca, joven y por lo tanto inocente, para que haya encarnación no en la próxima vida, sino al día siguiente.

Cuanto más te conoces a ti mismo, más claridad hay.

En la conciencia no hay llegar a ser, no hay un fin que alcanzar. Hay observación silenciosa sin elección ni condena, de la cual surge el entendimiento.

Ningún libro puede enseñarte sobre ti mismo, ningún psicólogo, ninguno de los profesores o filósofos. Lo que pueden enseñarte es lo que piensan que eres o lo que piensan que deberías ser.

Si usted escuchara, señor, en el sentido de ser consciente de sus conflictos y contradicciones sin forzarlos a un patrón de pensamiento particular, tal vez cesen por completo.

Así que cuando escuchas a alguien, completamente, atentamente, no solo escuchas las palabras, sino también el sentimiento de lo que se transmite, todo, no solo una parte.

Y como somos, así es el mundo. Es decir, si somos codiciosos, envidiosos, competitivos, nuestra sociedad será competitiva, envidiosa, codiciosa, lo que trae miseria y guerra. El Estado es lo que somos.

Solo aquellos que están en constante rebelión descubren lo que es verdadero, no el hombre que se conforma, que sigue alguna tradición. Solo cuando estás constantemente indagando, observando constantemente, aprendiendo constantemente, encuentras la verdad, a Dios o el amor.

Si queremos cambiar las condiciones existentes, primero debemos transformarnos a nosotros mismos, lo que significa que debemos ser conscientes de nuestras propias acciones, pensamientos y sentimientos en la vida cotidiana.

Morir cada día ante cada problema, cada placer, y no cargar con ningún problema; así la mente permanece tremendamente atenta, activa, clara.

Es la verdad la que libera, no tu esfuerzo por ser libre.

Quieres ser amado porque no amas; pero en el momento en que amas, se termina, ya no preguntas si alguien te ama.

Hay dos tipos de libertad: una es la libertad de algo, que es una reacción; y la otra no es una reacción, es "ser libre".