Estamos revisando algunas traducciones.
Gracias por tu comprensión.
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Cuando estás en profunda meditación no sientes meditación, sientes felicidad. Cuando estás profundamente en meditación, cuando estás profundamente en conciencia, no sientes conciencia, sientes felicidad. Cuando comienzas a sentir felicidad, eso significa que ahora has comenzado a ser consciente. La conciencia crea la situación en la que se siente la felicidad.
Así funciona la mente: su todo interés está en lo que no tienes.
El amor es el objetivo, la vida es el viaje.
Cuando te sientes muy apasionado, el deseo, el sexo toma el control. Simplemente trata de estar tranquilo en la respiración, y sentirás que el sexo ha desaparecido.
Los tontos son más saludables que los llamados sabios. Viven en el momento y saben que son tontos, por lo que no se preocupan por lo que los demás piensan de ellos.
El hombre ciertamente no es creativo, pero su creatividad no debería estar relacionada con Dios. Su creatividad debería estar enfocada en hacer un mundo mejor, una sociedad mejor, mejor literatura, mejor poesía, mejores pinturas, mejor escultura, mejores seres humanos.
Cualquier expectativa, incluso la expectativa de paz, trae inquietud. La tensión tiene que irse. Tan pronto como esto sucede, llega una paz divina.
Una persona religiosa es una persona sin deseos.
No te apegues a las cosas de este mundo, ni te apegues a las cosas del otro mundo, porque las cosas son cosas. No importa si son de este mundo o del otro mundo, el problema es el apego.
Dondequiera que exista deseo, existe ego, y dondequiera que exista ego, existe ilusión, porque el ego es la mayor ilusión que existe. Incluso en un mendigo que no tiene nada más, encontrarás el mismo ego que encontrarías en Alejandro Magno, porque desear es lo mismo. Alejandro Magno puede tener mucho dinero y mucho poder, eso no importa; él sigue deseando. El mendigo puede no tener nada, pero también está deseando.
Cuando alcanzas un vacío sin ego, ocurre una gran creatividad.
Cuando tu conciencia se convierte en un espejo tranquilo, un lago tranquilo, un reservorio silencioso de energía, Dios se refleja en él.
Dios no es una persona, sino creatividad, no un creador, sino creatividad.
La meditación es una mente no enfocada, simplemente escuchas en silencio, no con tensión en la mente, no con el deseo de saber y aprender, no, con total relajación, en un dejar ir, en una apertura de tu ser. Escuchas, no para saber, simplemente escuchas para entender.
Ser creativo es adorar. Ser creativo es participar en el gran proceso de la creación, y participar en la creatividad es participar en Dios.
Recuerda desde este mismo momento: siempre elige lo que es bueno para ti y bueno para los demás. Elige la creatividad. Conviértete en una bendición para la existencia, porque esa es la única manera en que podemos persuadir a Dios para que se convierta en una bendición para nosotros. Esa es la única verdadera oración: convertirse en una bendición para todos: para las personas, los animales, los árboles, la vida en todas sus formas. Si uno permanece conscientemente alerta, lentamente, lentamente, el arte es aprendido; lentamente, lentamente se vuelve simplemente natural.
No te enojes con la vida. No es la vida la que te frustra, eres tú quien no escucha la vida.
Para mí la espiritualidad necesita una individualidad honesta. No permite ningún tipo de dependencia. Crea una libertad para sí misma, cueste lo que cueste. Nunca está en la multitud, sino sola, porque la multitud nunca ha encontrado ninguna verdad. La verdad solo se encuentra en la soledad de las personas.
Estar en el tiempo es estar dormido: estar despierto es estar en la eternidad.
Las multitudes crean ilusiones.
Cualquier actividad mundana puede convertirse en meditativa. Cavar un agujero en el jardín, plantar nuevas rosas en el jardín: puedes hacerlo con un amor y compasión tan tremendos, puedes hacerlo con las manos de un Buda.
El ego solo puede existir con metas, ambiciones, deseos.
Cuando amas, ama como si la persona fuera un dios, no menos que eso. Nunca ames a una mujer como mujer ni a un hombre como hombre.