Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación. Porque por él todas las cosas fueron creadas: las cosas en los cielos y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, gobernantes o autoridades; todo ha sido creado por él y para él. Él es antes de todas las cosas, y en él todas las cosas subsisten.

Si alguien destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá, porque el templo de Dios es santo, el cual sois vosotros.

La modestia es la clave del éxito.

Todo lo que hagas, hazlo de todo corazón.

Dios ha pasado por alto los tiempos de tal ignorancia, pero ahora le está diciendo a la humanidad que todos deben arrepentirse en todas partes. Porque ha fijado un día en el que tiene la intención de juzgar la tierra habitada con justicia por un hombre que ha designado, y ha dado a todos los hombres una garantía al resucitarlo de entre los muertos.

Recordad esto: El que siembra escasamente, también segará escasamente, y el que siembra generosamente, también segará generosamente.

No hay nada que el amor no pueda enfrentar; no hay límite a su fe, su esperanza y su resistencia.

Así que, si la comida hace tropezar a mi hermano, nunca comeré carne, para no hacer tropezar a mi hermano.

Y quiero que las mujeres sean modestas en su apariencia. Deben vestir ropa decente y apropiada, y no llamar la atención sobre sí mismas por la forma en que se arreglan el cabello ni por usar oro, perlas o ropa costosa. Porque las mujeres que afirman estar dedicadas a Dios deben hacer que su belleza se manifieste por las buenas obras que hagan.

La esperanza no decepciona.

El que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

Andamos por fe, no por vista.

Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, se ama a sí mismo.

¡Cuidaos de los perros, cuidaos de los malos obreros, cuidaos de los que mutilan la carne!