Mejor es encontrarme contigo, Dios, y dejar las preguntas sin responder, que encontrar las respuestas sin encontrarte a Ti.

Cuida de tu cuerpo como si fueras a vivir para siempre; y cuida de tu alma como si fueras a morir mañana.

Dado que Dios es el bien más alto, no permitiría que existiera mal alguno en sus obras a menos que su omnipotencia y bondad fueran tales que pudieran sacar el bien incluso del mal.

Si estás en silencio, hazlo por amor. Si hablas, habla por amor.

Somos demasiado débiles para descubrir la verdad solo con la razón.

No es por el cambio de lugar que podemos acercarnos a Él, que está en todas partes, sino por el cultivo de deseos puros y hábitos virtuosos.

En todos los problemas deberías buscar a Dios. No deberías ponerlo en contra de tus problemas, sino dentro de ellos. Dios solo puede aliviar tus problemas si en tu ansiedad te aferras a Él. Los problemas no deberían ser pensados como esto o aquello en particular, ya que toda nuestra vida en la tierra implica problemas; y a través de las dificultades de nuestra peregrinación terrenal encontramos a Dios.

Hablamos, pero es Dios quien enseña.

Es humano errar, pero es diabólico permanecer voluntariamente en el error.

Padre, estoy buscando: soy indeciso e incierto, pero ¿me vigilarás, oh Dios, en cada paso mío y me guiarás?

Debemos decir algo cuando aquellos que dicen más no dicen nada.

Haz lo que puedas y reza por lo que aún no puedes hacer.

Aprendí más, no de aquellos que me enseñaron, sino de aquellos que hablaron conmigo.

Porque Dios nos ha hecho para Él, nuestros corazones están inquietos hasta que descansan en Él.

Dejemos un poco de espacio para la reflexión en nuestras vidas, espacio también para el silencio. Miremos dentro de nosotros mismos y veamos si hay algún lugar oculto y agradable dentro donde podamos estar libres de ruido y discusión. Oigamos la Palabra de Dios en quietud y tal vez entonces llegaremos a entenderla.

La verdad es como un león; no tienes que defenderla. Suéltala, se defenderá por sí sola.

La paz en la sociedad depende de la paz en la familia.

Las pruebas y tribulaciones nos ofrecen una oportunidad para reparar nuestras faltas y pecados pasados. En tales ocasiones, el Señor viene a nosotros como un médico para sanar las heridas dejadas por nuestros pecados. La tribulación es la medicina divina.

La Biblia fue compuesta de tal manera que, a medida que los principiantes maduran, su significado crece con ellos.

Ten cuidado de desesperarte por ti mismo: se te manda poner tu confianza en Dios, y no en ti mismo.

Si sufres la injusticia de un hombre malo, perdónalo para que no haya dos hombres malos.

Dos criminales fueron crucificados con Cristo. Uno fue salvo; no desesperes. Uno no lo fue; no presumas.

El amor comienza con una sonrisa, crece con un beso y termina con una lágrima.