Estamos revisando algunas traducciones.
Gracias por tu comprensión.
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Mientras un hombre tenga deseos, no hay fin a su transmigración. Son los deseos los que lo hacen tomar un cuerpo tras otro. Habrá renacimiento para un hombre si tiene incluso el deseo de comer un trozo de caramelo.
En una palabra, se debe desear de Dios la ausencia de deseos. Porque solo el deseo está en la raíz de todo sufrimiento. Es la causa de los nacimientos y muertes repetidos. Es el obstáculo en el camino de la liberación.
El mundo sigue adelante porque no todos pueden estar libres de deseos. Las personas con deseos nacen una y otra vez.
Así como las nubes son sopladas por el viento, la sed de placeres materiales será ahogada por la pronunciación del nombre del Señor.
El renacimiento es inevitable mientras uno tenga deseos. Es como tomar el alma de una funda de almohada y ponerla en otra. Solo uno o dos de entre muchos hombres se encuentran libres de todos los deseos.
No hay tesoro igual a la satisfacción y ninguna virtud igual a la fortaleza.
Te digo una cosa: si quieres paz mental, no critiques a los demás.
Te digo una cosa. Si deseas paz mental, no busques faltas en los demás. Más bien, aprende a ver tus propios errores. Aprende a hacer que todo el mundo sea tuyo. Nadie es un extraño, hijo mío; este mundo entero es tuyo.
Abre tu corazón afligido al Señor. Llora y ora sinceramente: "Oh Señor, acércame a Ti; dame paz mental." Al hacerlo constantemente, gradualmente alcanzarás la paz mental.
La felicidad del mundo es transitoria. Cuanto menos te apegues al mundo, más disfrutarás de paz mental.
Por fuerte o hermoso que sea este cuerpo, su culminación está en esos tres kilos de cenizas. Y, sin embargo, la gente está tan apegada a él. Gloria a Dios.
Ciertamente tendrás dudas. Habrá cuestionamientos y la fe regresará de nuevo. Así es como se establece la fe.
La diferencia entre una gran alma y un hombre común es esta: el último llora al dejar este cuerpo, mientras que el primero se ríe. La muerte le parece un simple juego.
La gracia de Dios es lo que necesitamos. Debemos orar por la gracia de Dios.
¿Es tan barata la fe, hijo mío? La fe es la última palabra. Si uno tiene fe, el objetivo está prácticamente alcanzado.
Si alguien lo llama repetidamente, Él se vuelve compasivo; y así surge un apego devoto. Este amor por el amor mismo debe ser oculto a todos los ojos.
Dios no puede ser realizado sin amor. Sí, amor sincero.
La gente se queja de sus penas y dolores y de cómo oran a Dios pero no encuentran alivio del dolor. Pero el mismo dolor es un regalo de Dios. Es el símbolo de Su compasión.
¡Así es la vida, aquí hoy, desaparecido mañana! Nada va con uno, excepto el mérito y el demérito; las buenas y malas acciones siguen a uno incluso después de la muerte.
Todo el mundo es un sueño; incluso esto (el estado de vigilia) es un sueño... Lo que soñaste anoche ahora no existe.
Nunca puedo rechazar a nadie que me llame Madre.
Ora a Dios y haz tu corazón tan puro como la estrella.
La realización de Dios no puede lograrse sin amor extático hacia Él.