La gente busca la alegría en todas partes sin saber que el Ser es la fuente de toda alegría.

Debes tener deseos, pero los deseos no deben tenerte a ti.

Aférrate a tus sueños, algún día se harán realidad.

Siéntete endeudado. Siéntete agradecido. Entonces la abundancia crece.

El amor es la esencia del universo. El amor en acción es servicio.

Cuando te despiertas y ves que toda la creación es mi Valentín, el país es mi Valentín, la Divinidad es mi Valentín, el conocimiento es mi Valentín, entonces el Día de San Valentín nunca terminará para ti. Los 365 días son el Día de San Valentín. Así es como me siento: cada día es el Día de San Valentín.

Si todo parece sin sentido, ¡felicitaciones! Has comenzado el camino. Este es el primer signo de inteligencia, de despertar.

Cuanto mayor sea nuestra visión del mundo, menos preocupaciones personales tendremos.

El propósito de estar en este cuerpo, para cada uno de nosotros, es vivir y regocijarnos en esa área virgen, esa área intocable, pura y siempre verde, la bendita área de nuestro Ser.

Caminas hasta que llegas al océano. No caminas ni corres en el océano, flotas y nadas. De la misma manera, una vez que llegas al Maestro, la búsqueda se detiene, comienza el florecimiento.

El camino que elijas no es importante. Lo que importa mucho más es cuán intensamente sigas ese camino.

Un cuerpo libre de enfermedades, una respiración libre de temblores, una mente libre de estrés, un intelecto libre de inhibiciones, una memoria libre de obsesiones, un ego que incluye todo y un alma libre de tristeza es el derecho de nacimiento de cada ser humano.

Eleva tu mente por encima de las dualidades, los opuestos. Mira todo este mundo como burbujas en la superficie del agua. Mira a las personas como burbujas en la superficie del Brahman, de la Infinitud... El agua burbujea, se eleva. De la misma manera, todos están subiendo, jugando y disolviéndose de nuevo en lo Infinito.

Cuando compartes tu miseria, no disminuirá. Cuando no compartes tu alegría, disminuye. Comparte tus problemas solo con lo Divino, no con nadie más, ya que eso solo aumentará los problemas. Comparte tu alegría con todos. Escucha a los demás; sin embargo, no escuches. Si tu mente se queda atrapada en sus problemas, no solo ellos serán miserables, sino que tú también te volverás miserable.

Un juego es donde se gana y se pierde, y ambas partes son parte de él. Cuando hay más posibilidad de perder, es más atractivo. El juego tiene valor cuando es difícil. Por lo tanto, algunos pequeños problemas que surgen en la vida son parte de todo el juego.

El Camino del Amor no es un camino tedioso. Es un camino de alegría. Es un camino de canto y danza. No es un desierto. Es un valle de flores.

Cuando juzgas a los demás, mírate a ti mismo: tú también tienes defectos y la naturaleza divina te ha aceptado con todos tus defectos. Ella no te juzga. ¿Quién eres tú para juzgar?

Tómate un tiempo para ir dentro de ti, en silencio. Con eso, tu encanto se vuelve eterno, tu amor se vuelve incondicional y surge una gran fuerza.

Al querer siempre estar cómodo, te vuelves perezoso. Al querer siempre la perfección, te vuelves enojado. Al querer siempre ser rico, te vuelves codicioso.

Si eres un receptor de felicidad, obtienes miseria; si eres un dador de felicidad, obtienes alegría y amor.

La prisa por disfrutar roba la alegría de la vida y solo niega la felicidad y la libertad del aquí y ahora.

Los problemas están aquí en este mundo para que podamos darnos cuenta de nuestro propósito en este mundo.

El servicio trae mérito, el mérito te permite profundizar en la meditación, la meditación trae de vuelta tu sonrisa.