La meditación no es sentarse y moverse inquieto, soñar despierto, preocuparse o fantasear. Significa observar, observar tranquilamente la mente misma. La observación tranquila hace que la mente se calme. La calma de la mente crea el poder de profundizar más y más en los lechos de samskaras, en todos los recuerdos latentes e impresiones que diariamente provocan nuestros hábitos y personalidades. Sin embargo, al ir calmadamente y muy silenciosamente hacia los samskaras y observarlos, se queman; burbujean hacia la superficie y se disipan. Este es el proceso de purificación. Es una práctica muy poderosa, y esencial. La meditación es el método exacto para ser consciente de quién eres. Es el entrenamiento fundamental para conocer tu mundo interior.

Sé que esto te decepcionará, pero es la verdad: nadie fuera de ti puede darte la salvación. No confíes ni dependas de nadie para eso. La verdad es que tenemos que iluminarnos a nosotros mismos. Tienes que encender tu propia lámpara; nadie más te dará la salvación. El método simple para la iluminación es conocerte primero a ti mismo. Aprende a trabajar contigo mismo; no te rindas en eso. Renuncia a cualquier otra cosa, pero no a esa meta.

Los pobres anhelan riquezas, los ricos anhelan el cielo, pero los sabios anhelan un estado de tranquilidad.

Recuerda, no eres tan miserable como te has hecho parecer. También eres Dios, y cultivar esta conciencia constante dentro de ti te ayudará a evitar falsos apegos, a identificarte con tu cuerpo, mente y sentidos. Por eso debes decirte a ti mismo: "El cuerpo, la mente y los sentidos son míos, pero no son yo, porque yo soy esa llama eterna que no está sujeta al cambio, la muerte o la descomposición". Esta conciencia siempre debe estar contigo.

No necesitamos forzar a los niños a creer que hay un Dios. Sin embargo, debemos brindarles la oportunidad de desplegar su potencial interior, ganar confianza y convertirse en inspiración para buscar a Dios según sus propias tendencias y capacidades internas.

La valentía también es un requisito esencial para alcanzar la iluminación. Grandes son aquellos que siempre son valientes. Estar completamente libre de todos los miedos es un paso en el camino de la iluminación.

Es cierto que la vida está llena de infortunios, pero afortunado es aquel que sabe cómo utilizar las ideas que pueden hacerlo creativo. El tiempo es el mayor de todos los filtros, y las ideas son la mejor de todas las riquezas.

La determinación es el poder que nos lleva a través de todas las frustraciones y obstáculos. Ayuda a construir la fuerza de voluntad, que es la base misma del éxito tanto interior como exterior. Se dice en las escrituras que con la ayuda de sankalpa shakti, el poder de la determinación, nada es imposible.

Puedes vivir en el mundo y aún así ser espiritual. Ser espiritual significa estar consciente de la Realidad todo el tiempo.

La valentía es muy importante. Uno debe permanecer constantemente en deleite espiritual, para que ningún miedo sea alimentado. La valentía viene del saber que Dios está con nosotros, y que estamos con Dios.

El hombre moderno es demasiado impaciente y quiere dominar el arte de la meditación inmediatamente.

La verdad es esa fuerza divina que mora en el corazón de cada individuo. Es la realidad eterna y omnipresente, que une a todos los individuos y finalmente, enlaza toda la existencia en una sola conciencia divina. Esa fuerza divina se llama Dios.

En la sadhana, la paciencia juega un papel importante.

La gente sigue construyendo santuarios, capillas, iglesias y templos. No tienes que hacer esto, solo date cuenta de que eres un santuario vivo. El día en que hayas alcanzado el conocimiento de que el Señor vive dentro de ti, estarás en samadhi. Todas las preguntas serán respondidas, todos los problemas se resolverán.

La vida es una hermosa canción. Abre tu corazón y regocíjate en su melodía.

A veces, un gran maestro enseña a sus estudiantes a través del silencio. Lo mejor y más profundo de las enseñanzas no se comunica a través de libros, discursos o acciones, sino a través del silencio. Esa enseñanza especial solo se entiende cuando estás en silencio.

Aprende a amar todas las cosas del mundo, solo como medios, pero no te apegues a ellas. Este es el secreto: la filosofía del desapego.

La respiración es un barómetro para medir el estado interior de uno. Cuando observas que tu respiración es serena, profunda y sin pausas innecesarias, experimentarás una gran sensación de comodidad y alegría.

El gurú no quiere nada del discípulo. El gurú es esa fuerza que mueve el alma hacia la iluminación. Las acciones del gurú provienen de la pura compasión. Así como el sol brilla y vive por encima, el gurú da amor espiritual y permanece desapegado.

La madre de todos los problemas y conflictos está dentro de ti, y eso es esperar cosas de los demás.

La meditación es un viaje sin movimiento. En el mundo externo tienes que moverte para avanzar, pero en la meditación no te mueves, sin embargo, alcanzas.

La aplicación de la sushumna es el factor más importante en la práctica espiritual. En el momento en que se despierta la sushumna, la mente desea entrar en el mundo interior. Cuando el flujo de ida y pingala se dirige hacia la sushumna, y las distracciones se eliminan, la meditación fluye por sí misma.

El método simple para la iluminación es primero conocerte a ti mismo. Aprende a trabajar contigo mismo; no te rindas en eso. Renuncia a cualquier otra cosa, pero no renuncies a ese objetivo. Recuérdate a ti mismo: "Seguiré trabajando conmigo mismo. Puedo hacerlo, lo haré y debo hacerlo." Recuerda estas tres frases: "Puedo hacerlo. Lo haré, y debo hacerlo."