El amor de Dios nos eleva y nos ensancha. Ya no puedo pensar en mí mismo como exclusivamente en este cuerpo; siento que estoy presente en todos los cuerpos. No tengo consciencia de la raza ni de ninguna otra distinción. En mis percepciones, así como siento mi propia conciencia en cada parte de mi forma física, siento que todos ustedes son una parte de mí. Todo lo que es vivo lo siento dentro de este cuerpo. Conozco las sensaciones de todos. No es imaginación; es auto-realización. Esta conciencia está muy por encima de la telepatía. Es la conciencia de las percepciones de cada ser. Ese es el significado de la Conciencia Cristiana.

Lo que, sin embargo, dejó una profunda impresión en mí fue la lectura del Ramayana ante mi padre. Durante parte de su enfermedad, mi padre estuvo en Porbandar. Allí, todas las noches solía escuchar el Ramayana.

La oración debe emanar del corazón, donde reside Dios, y no de la cabeza, donde chocan doctrinas y dudas.

La vida es más grande que todo el arte.

Dios es amor. Su plan para la creación solo puede estar arraigado en el amor. ¿No ofrece ese pensamiento simple, en lugar de razonamientos eruditos, consuelo al corazón humano?

Los sabios investigan todas las formas, y al partir de este mundo, alcanzan la Inmortalidad.

La realización de Dios se alcanza solo por un gran esfuerzo por parte del yogui y por la gracia divina.

La actividad afectada por causas como desmayo, sueño, excesiva alegría, tristeza, posesión por espíritus, miedo, etc., va al corazón, su propio lugar.

Hablar de Dios no es una creencia. Un hombre cree en Dios cuando realmente cree en sí mismo porque Dios vive en el núcleo de nuestro corazón.

Hay un triciclo en el hombre. Él sabe, siente y actúa. Tiene emoción, intelecto y voluntad. Debe desarrollar cabeza, corazón y mano.

Si es cierto que el espíritu está involucrado en la Materia y la aparente Naturaleza es el Dios secreto, entonces la manifestación en lo divino en sí mismo y la realización de Dios dentro y fuera son el objetivo más alto y legítimo posible para el hombre en la Tierra.

El amor puro trasciende el cuerpo. Está entre los corazones. No tiene nada que ver con los cuerpos.

El amor es verdaderamente el corazón de todas las religiones.

El hombre tiene suficiente tiempo para el desarrollo personal. ¡Empieza ahora!

La paz se puede alcanzar mediante la meditación sobre el conocimiento que los sueños brindan. También se puede alcanzar la paz mediante la concentración en lo que más se ama en el corazón.

El cerebro no crea la conciencia, pero la conciencia creó el cerebro, la forma física más compleja de la Tierra, para su expresión.

No te preocupes por el tiempo y el éxito. Actúa tu papel, ya sea fracasar o prosperar.

Es un hecho que llorar y lamentarse es extremadamente perjudicial para el alma del difunto. Date cuenta de esto y también ayuda a los demás a comprenderlo.

El futuro empieza hoy, no mañana.

¿Con qué parte observas? ¿Seguro que con la mente? Eso no servirá. Es el Purusha silencioso dentro de ti quien debe observar todo.

La belleza es un fenómeno interior. La belleza no está en los objetos, no en las personas, ni siquiera en los ojos del espectador. Está en el corazón de cada persona.

Cuando un capullo se rompe, se convierte en una flor, cuando un corazón se rompe, se convierte en divino.

Cuanto más das, más se llena tu corazón. El amor es un río sin fin.