Me gustaría que mi vida fuera una declaración de amor y compasión, y donde no lo sea, ahí es donde reside mi trabajo.

Necesitamos una nueva apologética, orientada a las necesidades de hoy, que tenga en cuenta que nuestra tarea no es ganar argumentos, sino ganar almas... Tal apologética deberá respirar un espíritu de humanidad, esa humildad y compasión que entienden las ansiedades y preguntas de las personas.

Si tenemos amor y compasión en el corazón, serviremos de todo corazón a aquellos que sufren por la falta de comida, ropa y refugio.

La compasión se adapta a nuestra condición física, mientras que la ira, el miedo y la desconfianza son perjudiciales para nuestro bienestar. Por lo tanto, así como aprendemos sobre la importancia de la higiene física para la salud física, para asegurar mentes sanas, necesitamos aprender algún tipo de higiene emocional.

En una persona que entiende el yo, no puede haber ego, no puede haber odio hacia nadie. Solo puede haber amor y compasión por los que son desafortunados. Eso es conocimiento de la verdad.

Aquellos que carecen de compasión no pueden ver lo que se ve con los ojos de la compasión.

La confianza, la claridad y la compasión son cualidades esenciales de un maestro.

Se dice sobre el Señor Buda que mostró amor y compasión a la humanidad al ver cómo toda la humanidad iba al infierno debido a la matanza de animales. Por eso apareció para enseñar ahimsa, no violencia, teniendo compasión por los animales y los seres humanos. En la religión cristiana también se dice claramente: 'No matarás'. Así que en todas partes se restringe el matar animales. En ninguna religión se permite la matanza innecesaria de animales. Pero nadie se preocupa. El proceso de matar está aumentando y también lo están haciendo las reacciones. Cada diez años encontrarás una guerra. Estas son las reacciones.

La compasión se refiere al surgir en el corazón del deseo de aliviar el sufrimiento de todos los seres.

El corazón con compasión es el templo de Dios.

Debes ser dinámico, y aún así ser suave en el corazón. Debes estar en contra de la injusticia y, al mismo tiempo, ser compasivo dentro de ti, como un santo. Sé un santo y un soldado, juntos.

Cuando el amor rebosa y se expresa en cada palabra y acción, lo llamamos compasión. Ese es el objetivo de la religión.

¿Qué es el amor? El amor es tratar tu corazón con mucha ternura, con comprensión, amor y compasión. Si no puedes tratar tu propio corazón de esta manera, ¿cómo puedes tratar a tu pareja con comprensión y amor?

Los reinos más altos del pensamiento son imposibles de alcanzar sin primero entender la compasión.

Invoca la Misericordia de Dios y, así como la leche no regresa a la ubre, no vuelvas a tus malas acciones. Ten compasión contigo mismo y con los demás, y se te dará la Compasión Infinita. En el nombre de Alá, el Misericordioso, el Compasivo, otórgame una Misericordia que me ponga más allá de la necesidad de misericordia de cualquier otro que no seas Tú.

Al actuar con compasión, ayudando a restaurar la justicia y a fomentar la paz, estamos reconociendo que todos somos parte unos de otros.

Mira al mundo con la visión de paz, amor y compasión. Entonces todo el mundo aparecerá lleno de amor y paz.

La verdadera compasión surge del plano de conciencia donde YO SOY tú.

Hay una serie de cualidades que son importantes para la paz mental, pero por la poca experiencia que tengo, creo que uno de los factores más importantes es la compasión humana y el afecto: un sentido de cuidado.

Creo que a cada nivel de la sociedad, la clave para un mundo más feliz es el crecimiento de la compasión. No necesitamos convertirnos en religiosos, ni necesitamos creer en una ideología. Lo único que es necesario es que cada uno de nosotros desarrolle nuestras buenas cualidades humanas.

El gurú no quiere nada del discípulo. El gurú es esa fuerza que mueve el alma hacia la iluminación. Las acciones del gurú provienen de la pura compasión. Así como el sol brilla y vive por encima, el gurú da amor espiritual y permanece desapegado.

A menos que hayas desarrollado un corazón inundado de compasión, no te sientes en el asiento del juicio.

Sed bondadosos y compasivos unos con otros, perdonándoos mutuamente, así como Dios os perdonó en Cristo. — Efesios 4:32