La oración dentro de la respiración es silencio, el amor dentro de la infinitud es silencio, la sabiduría sin palabras es silencio, la compasión sin fin es silencio, la acción sin actor es silencio, sonreír con toda la existencia es silencio.

El amor es el estado supremo del ser humano, donde prevalece la compasión y reina la bondad.

El camino de la devoción es el camino de la gracia divina y la compasión.

La vida es más que materia. Si fuera solo materia, no habría necesidad de confort. La materia no siente confort o incomodidad, belleza o fealdad, amor o compasión, alegría o tristeza. ¿Se sentirá una silla triste o feliz? No, la materia no tiene esos valores más refinados. Pertenecen al reino del espíritu. Pero la vida es también más que el espíritu. Si fuera solo espíritu, no habría necesidad de agua, comida ni descanso. La vida humana es una combinación de materia y espíritu.

Tu amigo, tu enemigo, tu neutral, todos son iguales. La verdadera compasión es imparcial.

Sé feliz por los que están felices, ten compasión por los infelices y mantén la ecuanimidad hacia los malvados.

La compasión es no tener ninguna duda de reflejar tu luz sobre las cosas.

La compasión no tiene nada que ver con el logro en absoluto. Es espaciosa y muy generosa. Cuando una persona desarrolla verdadera compasión, no está seguro de si está siendo generosa con los demás o consigo misma, porque la compasión es generosidad ambiental, sin dirección, sin "para mí" y sin "para ellos". Está llena de alegría, de una alegría espontánea, de una alegría constante en el sentido de confianza, en el sentido de que la alegría contiene una riqueza tremenda, abundancia.

Cuando estás en ira, en pasión, violento, agresivo, sientes un ego cristalizado dentro de ti. Siempre que estás en amor, en compasión, no está ahí.

La compasión puede soportar el sufrimiento del mundo entero sin sentir el más mínimo dolor.

Cuando uno tiene amor por Dios, no siente ninguna atracción física hacia la esposa, los hijos, los parientes y los amigos. Solo conserva compasión por ellos.

Habiendo abandonado el acto de matar, absteniéndonos de matar, habitamos sin violencia, con el cuchillo dejado a un lado, escrupulosos, llenos de misericordia, temblando de compasión por todos los seres sintientes.

El intelecto es un hermoso sirviente pero un terrible amo. El intelecto es la herramienta de nuestro aislamiento. El corazón intuitivo y compasivo es la puerta hacia nuestra unidad.

Si haces tu mejor esfuerzo por ser más amable, cultivar la compasión y hacer del mundo un lugar mejor, entonces puedes decir: 'Al menos he hecho lo mejor que he podido.'

Es la compasión, la más graciosa de las virtudes, la que mueve el mundo.

La pasión se enfoca en una sola cosa; por eso se agota en algún momento. La compasión lo incluye todo; tiene tanto combustible que no se apaga.

No es suficiente ser compasivo. Debes actuar. Hay dos aspectos de la acción. Uno es superar las distorsiones y aflicciones de tu propia mente, es decir, en términos de calmar y eventualmente disipar la ira. Esta es una acción motivada por la compasión. El otro es más social, más público. Cuando algo debe hacerse en el mundo para rectificar los males, si uno está realmente preocupado por beneficiar a los demás, debe estar comprometido, involucrado.

En verdad, Dios es Compasivo y le gusta la compasión, y Él da a los compasivos lo que no da a los duros.

Una mente comprometida con la compasión es como un reservorio desbordante: una fuente constante de energía, determinación y amabilidad.

¡Oh hombres! Podéis tomar la vida con facilidad, pero recordad que ninguno de vosotros puede dar vida. ¡Tened misericordia, tened compasión! Y nunca olvidéis que la compasión hace al mundo noble y bello.

La compasión parece ser el mayor poder.

Mantén una conciencia constante y un esfuerzo consciente por decir buenas palabras, realizar buenas acciones y practicar la paciencia y la compasión.

La espiritualidad es permitir que la compasión y el amor florezcan. Cuando comienza el sentido de pertenencia, la corrupción termina.