Debemos tener una motivación pura, honesta y de buen corazón, y además determinación, optimismo, esperanza y la capacidad de no desanimarse. Toda la humanidad depende de esta motivación.

No te desanimes por tu incapacidad de dispersar la oscuridad del mundo. Enciende tu pequeña vela y da un paso adelante.

Optar por la paz no significa una aceptación pasiva del mal ni un compromiso con los principios. Exige una lucha activa contra el odio, la opresión y la desunión, pero no utilizando métodos de violencia. Construir la paz requiere acción creativa y valiente.

Fe, coraje, optimismo, mirar hacia adelante, nos traen nueva vida y más vida. La futilidad, la frustración, vivir en el pasado no solo son características de la "vejez"; también contribuyen a ella.

Estando contigo mismo, el 'yo soy', observándote en tu vida diaria con interés alerta, con la intención de entender más que de juzgar, con plena aceptación de todo lo que surja, porque está ahí, fomentas lo profundo para que suba a la superficie y enriqueces tu vida y conciencia con sus energías cautivas.

Nunca te canses de hablar firmemente en defensa de la vida desde su concepción y no te dejes disuadir del compromiso de defender la dignidad de cada persona humana con valiente determinación. ¡Cristo está contigo: no temas!

A menos que hagas esfuerzos tremendos, no te convencerás de que el esfuerzo no te llevará a ninguna parte. El yo es tan seguro de sí mismo que, a menos que sea totalmente desanimado, no se rendirá. La mera convicción verbal no es suficiente. Solo los hechos duros pueden mostrar la absoluta nada de la autoimagen.

A menudo, la diferencia entre un hombre exitoso y un fracasado no son sus mejores habilidades o ideas, sino el coraje que tiene para apostar por sus ideas, tomar un riesgo calculado y actuar.

La humildad es la madre de todas las virtudes; pureza, caridad y obediencia. Es en la humildad donde nuestro amor se vuelve real, devoto y ardiente. Si eres humilde, nada te tocará, ni el elogio ni la deshonra, porque sabes lo que eres. Si te culpan, no te desanimarás. Si te llaman santo, no te pondrás en un pedestal.

El amor y la comprensión nunca condenan, sino que siempre buscan ayudar y alentar.

Les ruego—nunca, nunca renuncien a la esperanza, nunca duden, nunca se cansen y nunca se desanimen. No tengan miedo.

Es responsabilidad de los pastores animar, también mediante su testimonio personal, la práctica de la adoración eucarística, y la exposición del Santísimo Sacramento en particular, así como la oración de adoración ante Cristo presente bajo las especies eucarísticas.

¿Cómo puedo tolerar la más mínima inconveniencia para ellas, las mujeres, los niños, los enfermos, los ancianos, los ciegos, los decrépitos, que vienen en busca de consejo, consuelo, coraje y cura?

La verdad es la verdad, esté o no aceptada por la mayoría. Por lo tanto, les digo, niños, se necesita gran valentía para defender y proteger lo que es correcto.

Nunca harás nada en este mundo sin coraje. Es la mayor cualidad de la mente después del honor.

El primer paso es: acéptate tal como eres; abandona todos los "deberías". ¡No lleves nada que "debería" estar en tu corazón! No tienes que ser otra persona; no se espera que hagas algo que no te pertenece, solo tienes que ser tú mismo. Relájate y simplemente sé tú mismo. Respeta tu individualidad y ten el coraje de firmar con tu propia firma. No sigas copiando las firmas de los demás.

El amor por la bondad sin amor por el aprendizaje degenera en simplicidad. El amor por el conocimiento sin amor por el aprendizaje degenera en una total falta de principios. El amor por la fidelidad sin amor por el aprendizaje degenera en un perjuicio por desconsiderar las consecuencias. El amor por la rectitud sin amor por el aprendizaje degenera en severidad. El amor por el coraje sin amor por el aprendizaje degenera en insubordinación. El amor por un fuerte carácter sin amor por el aprendizaje degenera en pura imprudencia.

La naturaleza ama el coraje. Haces el compromiso y la naturaleza responderá a ese compromiso eliminando obstáculos imposibles. Sueña el sueño imposible y el mundo no te aplastará, te elevará.

El mayor progreso en la vida es cuando conoces tus limitaciones y luego tienes el coraje de dejarlas ir.

El coraje es la madre de todas las virtudes porque sin él no puedes realizar consistentemente las demás.

El coraje es saber qué temer.

Aparte del Oficio [la oración diaria de la Iglesia], que es una alegría diaria, no tengo el valor de buscar en los libros hermosas oraciones. ... Al no poder decirlas todas ni elegir entre ellas, hago como haría un niño que no sabe leer: simplemente digo lo que quiero decirle a Dios, de manera sencilla, y Él nunca deja de comprender.

Los primeros pasos en la aceptación de uno mismo no son nada agradables, ya que lo que se ve no es una visión feliz. Se necesita todo el coraje para seguir adelante.