En la vida espiritual, la forma más fácil de conquistar el ego es ofrecer gratitud a Dios durante cinco minutos al día. Si no puedes ofrecer gratitud durante cinco minutos, hazlo durante un minuto. Ofrece tu gratitud a Dios. Entonces sentirás que dentro de ti crece una flor dulce, fragante y hermosa. Esa es la flor de la humildad.

La cualidad más importante y significativa en nuestra vida humana es la gratitud. Desafortunadamente, esa buena cualidad de alguna manera no logramos expresarla ni en nuestros pensamientos ni en nuestras acciones. Desde el principio de nuestra vida, de alguna manera hemos aprendido a no expresarla. Así que tenemos la menor cantidad de aquello que más necesitamos para llegar a ser una mejor persona.

Actúa con bondad, pero no esperes gratitud.

No tienes motivo para nada más que gratitud y alegría.

Si puedes simplemente apreciar cada cosa, una por una, entonces tendrás pura gratitud. Aunque observes solo una flor, esa flor incluye todo.

La gratitud es el vino para el alma. Vamos. Emborráchate.

La gratitud abre tu corazón, y abrir tu corazón es una maravillosa y fácil manera de dejar que Dios entre en tu vida.

La gratitud abre la puerta a... el poder, la sabiduría, la creatividad del universo. Abres la puerta a través de la gratitud.

Si la religión y la vida dependen de los libros o de la existencia de cualquier profeta, ¡que perezcan todas las religiones y libros! La religión está en nosotros. Ningún libro ni maestro puede hacer más que ayudarnos a encontrarla, y aun sin ellos podemos encontrar toda la verdad dentro de nosotros. Ten gratitud por los libros y los maestros sin estar atado a ellos; y adora a tu Gurú como a Dios, pero no le obedezcas ciegamente; ámalo todo lo que quieras, pero piensa por ti mismo. Ninguna creencia ciega puede salvarte, trabaja tu propia salvación. Ten solo una idea de Dios: que Él es una ayuda eterna.

Cada individuo compone la música de su propia vida. Si hiere a otro, trae discordia. Cuando su esfera se ve alterada, él mismo se altera, y hay una discordia en la melodía de su vida. Si puede despertar el sentimiento de otro hacia la alegría o la gratitud, en esa medida añade a su propia vida; se vuelve a sí mismo mucho más vivo. Ya sea consciente de ello o no, su pensamiento se ve afectado para bien por la alegría o la gratitud de otro, y su poder y vitalidad aumentan, y la música de su vida crece en armonía.

Jesús no exige grandes acciones de nosotros, sino simplemente entrega y gratitud.

Para mí, la oración es un salto hacia arriba del corazón, una mirada tranquila hacia el cielo, un grito de gratitud y amor que emito desde lo más profundo del dolor, así como desde las alturas de la alegría.

Es mejor encender una pequeña vela de gratitud que maldecir la oscuridad.

La gratitud de mi corazón es la plenitud de mi vida.

Cuando te sumerges profundamente en el presente, la gratitud surge espontáneamente, incluso si es solo gratitud por respirar, gratitud por la vitalidad que sientes en tu cuerpo. La gratitud está ahí cuando reconoces la vitalidad del momento presente.

Ciertas situaciones son extremadamente dolorosas y nuestra inteligencia no logra razonar cómo esto podría ser una bendición del Señor. En esos momentos podríamos intentar humildemente someter una oración: Oh Dios, por favor dame la fuerza para ver esta situación como Tu misericordia aunque mi inteligencia no pueda verlo así.De esta manera podemos acceder a la gracia del Señor que hasta ahora estaba oculta y desarrollar gratitud por todas las situaciones inconcebibles que Dios organiza para nosotros en nuestras vidas.

Cultiva el hábito de estar agradecido por cada cosa buena que te llegue y da gracias continuamente. Y dado que todas las cosas han contribuido a tu avance, debes incluir todas las cosas en tu gratitud.

Mantener tu cuerpo saludable es una expresión de gratitud a todo el cosmos: los árboles, las nubes, todo.

Cuando la gratitud de tu corazón sale a la luz, cuando te conviertes en toda gratitud, esta gratitud es como un flujo, un flujo de conciencia. Cuando tu conciencia fluye, siente que este flujo de gratitud es como un río que está regando la raíz del árbol y el árbol mismo. Es siempre a través de la gratitud que tu río de conciencia crecerá y regará el árbol de la perfección dentro de ti.