Aunque la mente esté inquieta, un día se calmará. No dudes de que la quietud llegará; solo recuerda que lleva tiempo.

Cuando, mediante la meditación, retiramos los pensamientos inquietos del lago de la mente, vemos nuestra alma, un reflejo perfecto del Espíritu.

El que encuentra la alegría dentro de sí mismo descubre que su cuerpo está cargado con corriente eléctrica, energía vital, no de la comida sino de Dios.

La mayoría de la gente considera el curso de los eventos como algo natural e inevitable. Poco saben de los cambios radicales que son posibles a través de la oración.

Todas las religiones enseñan cómo lograr la calma, el objetivo final de todas las religiones. Esta calma es posible cuando uno está completamente unido con Dios.

El éxito se acelera o retrasa por los hábitos de uno. No son tus inspiraciones pasajeras o ideas brillantes tanto como tus hábitos mentales cotidianos los que controlan tu vida.

En el día de Navidad, con el amor más profundo por Jesús, digo que él es el Hijo de Dios y que es inmortal. Jesús ha dado muchas instrucciones para la realización de Dios. Siéntate tranquilamente y búscalo.

Cuando vas a la estación de servicio para llenar el tanque, solo te toma unos minutos llenarlo, y el combustible mantiene el automóvil en funcionamiento por un buen tiempo. La meditación debe practicarse de esa manera.

Los guerreros no entrenados pronto son muertos en el campo de batalla; de igual manera, las personas no entrenadas en el arte de preservar su paz interior son rápidamente perforadas por las balas de la preocupación y el desasosiego en la vida activa.

La ley universal del karma... es la de acción y reacción, causa y efecto, siembra y cosecha. En el curso de la rectitud natural, el hombre, a través de sus pensamientos y acciones, se convierte en el árbitro de su destino.

Lo Divino me ha amado como madre, como padre y como amigo, detrás de todos los amigos. Busqué a ese único Amigo detrás de todos los amigos, a ese único amante que ahora veo brillando en todas sus caras. Y ese amigo nunca me falla.

Leer libros espirituales, escuchar muchos discursos, ver muchos monjes y recitar muchos versículos de las escrituras no te dará espiritualidad ni autorrealización. Solo ayuda a mostrar el camino hacia la espiritualidad. La práctica es la clave.

La posesión de riquezas materiales, sin paz interior, es como morir de sed mientras se baña en un lago. Si se debe evitar la pobreza material, se debe aborrecer la pobreza espiritual. Porque es la pobreza espiritual, no la falta material, lo que está en el núcleo de todo sufrimiento humano.

El alma está atada al cuerpo por una cadena de deseos, tentaciones, problemas y preocupaciones, y está tratando de liberarse. Si sigues tirando de esa cadena que te mantiene atado a la conciencia mortal, algún día una mano divina invisible intervendrá y la romperá, y serás libre.

Soy una chispa del Infinito. No soy carne y hueso. Soy luz. Al ayudar a otros a tener éxito encontraré mi propia prosperidad. En el bienestar de los demás encontraré mi propio bienestar. Soy infinito. No tengo espacio, no me canso; estoy más allá del pensamiento del cuerpo y de la expresión; más allá de toda materia y mente. Soy dicha infinita.

En los vegetales y frutas, Dios ha infundido poder medicinal para ayudar a superar enfermedades. Incluso estos, sin embargo, tienen solo una potencia limitada. Los órganos del cuerpo están esencialmente sustentados por la energía de Dios, y la persona que emplea varios métodos para aumentar esta energía tendrá a su disposición un mayor poder de curación que el que proporciona cualquier medicina o dieta.

Cuando hacemos algo malo, instantáneamente experimentamos una sensación incómoda: nuestra conciencia dice: “¿Por qué hice esto?” Los resultados de nuestras acciones también surgen más tarde en nuestras vidas. Abraza un nuevo dicho: “Lo que ha sucedido hasta hoy está terminado, hecho; sin embargo, ahora, lo que quiero hacer, lo haré.”