¿Quién es feliz? Esta es una persona que tiene un cuerpo sano, está dotada de paz mental y cultiva sus talentos.

Mientras la abeja esté fuera de los pétalos del lirio, y no haya probado la dulzura de su miel, gira alrededor de la flor emitiendo un zumbido; pero cuando está dentro de la flor, bebe el néctar en silencio. Mientras un hombre discute y disputa sobre doctrinas y dogmas, no ha probado el néctar de la verdadera fe; cuando lo haya probado, se volverá tranquilo y lleno de paz.

Cuando la mente se mantiene alejada de sus preocupaciones, se vuelve tranquila. Si no alteras esta tranquilidad y permaneces en ella, descubrirás que está impregnada de una luz y un amor que nunca habías conocido; y sin embargo, lo reconoces de inmediato como tu propia naturaleza. Una vez que hayas pasado por esta experiencia, nunca serás el mismo hombre; la mente descontrolada puede romper su paz y borrar su visión, pero está destinada a regresar, siempre que el esfuerzo sea sostenido; hasta el día en que todos los lazos sean rotos, las ilusiones y los apegos terminen y la vida se concentre supremamente en el presente.

Es importante orar por la paz... Pero también debes tomar medidas para lograrlo. Todos los días.

Solo cuando los seres humanos son capaces de percibir y reconocer el Ser en cada uno puede haber paz real.

Si uno hace todo con la actitud de seva (servicio), disfrutará de la verdadera paz.

La paz no es solo la ausencia de guerra. Como una catedral, la paz debe construirse pacientemente y con fe inquebrantable.

La paz se puede alcanzar mediante la meditación sobre el conocimiento que los sueños brindan. También se puede alcanzar la paz mediante la concentración en lo que más se ama en el corazón.

La paz es el altar de Dios, la condición en la que existe la felicidad.

Cultiva primero la paz en el jardín de tu corazón, eliminando las malas hierbas del deseo, el odio, la codicia, el egoísmo y los celos. Solo entonces podrás manifestarlo externamente. Solo entonces, aquellos que entren en contacto contigo se beneficiarán de tus vibraciones de paz y armonía.

En respuesta a la pregunta, '¿Cómo podemos ayudar a promover la paz mundial?' la Madre Teresa respondió, 'Ve a casa y ama a tus hijos.'

Nada desde fuera puede detener a un hombre de disfrutar de la paz duradera y la alegría permanente en la vida, porque es la naturaleza esencial de su propia alma.

Para lograr ese estado de felicidad duradera y paz absoluta, primero debemos saber cómo calmar la mente, concentrarnos y trascender la mente. Al volcar la concentración de la mente hacia adentro, hacia el ser, podemos profundizar esa experiencia de concentración perfecta. Este es el estado de la Meditación.

La luz más profunda, brillando pacíficamente y atemporalmente en el corazón, es el verdadero Guru. Los demás solo muestran el camino.

Los discípulos más fieles de Cristo han sido constructores de paz, hasta el punto de perdonar a sus enemigos, a veces incluso de dar la vida por ellos.

La paz por la que cada alma lucha y que es la verdadera naturaleza de Dios y el máximo objetivo de un hombre es solo el resultado de la armonía.

Desea ver a Dios, teme perderlo y encuentra alegría en todo lo que puede llevarte a Él. Si actúas de esta manera, siempre vivirás en gran paz.

Aprende a mantener tu paz.

La paz está presente aquí y ahora, en nosotros mismos y en todo lo que hacemos y vemos... Cada respiro que tomamos, cada paso que damos, puede estar lleno de paz, alegría y serenidad.

Vive tu vida sin hacerle daño a nadie. La inocuidad es una forma muy poderosa de yoga y te llevará rápidamente a tu meta. Esto es lo que llamo nisarga yoga, el yoga natural. Es el arte de vivir en paz y armonía, en amistad y amor. El fruto de ello es la felicidad, sin causa y sin fin.

Mientras no tengamos paz en lo más profundo de nosotros, nunca podremos esperar tener paz en el mundo exterior. Tú y yo creamos el mundo por las vibraciones que ofrecemos a él. Si podemos invocar la paz y luego ofrecerla a otra persona, veremos cómo la paz se expande de una persona a dos, y gradualmente al mundo en general. La paz se logrará en el mundo a partir de la perfección de los individuos. Si tú tienes paz, yo tengo paz, él tiene paz y ella tiene paz, entonces automáticamente surgirá la paz universal.

La paz solo puede existir en el momento presente. Es ridículo decir 'Espera hasta que termine esto, luego seré libre para vivir en paz.' ¿Qué es 'esto'? ¿Un diploma, un trabajo, una casa, el pago de una deuda? Si piensas de esa manera, la paz nunca llegará. Siempre habrá otro 'esto' que seguirá al presente. Si no estás viviendo en paz en este momento, nunca podrás hacerlo. Si realmente quieres estar en paz, debes estar en paz ahora mismo. De lo contrario, solo habrá 'la esperanza de paz algún día'.

El silencio y la meditación (mounam y mananam) son los dos auxiliares para la paz, el poder y la prosperidad.