La oración más alta es la oración para convertirse en un instrumento desinteresado en las manos de Dios.

Nuestras oraciones deben ser por bendiciones en general, porque Dios sabe mejor lo que es bueno para nosotros.

Cuando mis oraciones son respondidas, estoy feliz porque era mi deseo. Cuando mis oraciones no son respondidas, estoy aún más feliz porque eso era el deseo de Dios.

Por tanto os digo: Todo lo que pidáis en oración, creed que lo habéis recibido, y os será concedido.

Los elementos de la oración: Su fundamento: Dios, por cuya bondad brota en nosotros. Su uso: volver nuestra voluntad a Su voluntad. Su fin: ser hechos uno con Él y semejantes a Él en todas las cosas.

La oración y el sacrificio pueden tocar las almas mejor que las palabras.

Sé paciente en las pruebas, vigilante en la oración y nunca dejes de trabajar.

Trabaja para Dios, ama solo a Dios y sé sabio con Dios. Cuando un hombre común dedica el tiempo y entusiasmo necesarios a la meditación y la oración, se convierte en un hombre divino.

Recargas tu cuerpo y mente en la oración y la meditación. Todas tus acciones en este mundo deben realizarse con esa conciencia interior.

Es responsabilidad de los pastores animar, también mediante su testimonio personal, la práctica de la adoración eucarística, y la exposición del Santísimo Sacramento en particular, así como la oración de adoración ante Cristo presente bajo las especies eucarísticas.

El que siembra la tierra con cuidado y diligencia adquiere más mérito religioso que el que podría obtener repitiendo diez mil oraciones.

El fruto y el propósito de la oración es ser uno con Dios y semejante a Él en todas las cosas.

Toda mi fuerza reside en la oración y el sacrificio, estos son mis brazos invencibles; pueden mover corazones mucho mejor que las palabras, lo sé por experiencia.

Necesitamos oración para entender el amor de Dios por nosotros. Si realmente queremos orar y deseamos orar, debemos estar listos para hacerlo ahora. Estos son solo los primeros pasos hacia la oración, pero si nunca damos el primer paso con determinación, no alcanzaremos el último: la presencia de Dios.

Debemos buscar no tanto orar, sino convertirnos en oración.

En el corazón del silencio está la oración. En el corazón de la oración está la fe. En el corazón de la fe está la vida. En el corazón de la vida está el servicio.

La oración une el alma con Dios.

Todo comienza con la oración. Ama orar: siente la necesidad de orar a menudo durante el día y tómate el tiempo para orar. Si deseas orar mejor, debes orar más. Cuanto más ores, más fácil será. La oración perfecta no consiste en muchas palabras, sino en el fervor del deseo que eleva el corazón a Jesús.

Aparte del Oficio [la oración diaria de la Iglesia], que es una alegría diaria, no tengo el valor de buscar en los libros hermosas oraciones. ... Al no poder decirlas todas ni elegir entre ellas, hago como haría un niño que no sabe leer: simplemente digo lo que quiero decirle a Dios, de manera sencilla, y Él nunca deja de comprender.

El fruto del silencio es la oración

Si solo dices una oración al día, haz que sea Gracias.

Cuando el corazón se dedica a la oración, cada latido del corazón crea un milagro.

El Rosario es mi oración favorita. Una oración tan simple y tan rica; desde lo más profundo del corazón, exhorto a todos a recitarlo.