El sufrimiento está en el nivel del cuerpo y la mente, y yo soy el testigo inalterado de ello... Cuando la mente se apaga, el sufrimiento que lleva también se va con la mente.

Un cuerpo libre de enfermedades, una respiración libre de temblores, una mente libre de estrés, un intelecto libre de inhibiciones, una memoria libre de obsesiones, un ego que incluye todo y un alma libre de tristeza es el derecho de nacimiento de cada ser humano.

Todo es dolor para el sabio.

Aquellos que lamentan encuentran consuelo en el llanto y en despertar su pena hasta que el cuerpo esté demasiado cansado para soportar las emociones internas.

Cree, medita, ve. Sé inofensivo, sé irreprochable. Despierta a la ley. Y libérate de todas las penas.

Cuando te enfrentas a las vicisitudes de la vida, tu mente permanece imperturbable, libre de tristeza, inmaculada, segura; esto es el mayor bienestar.

Pacífico es aquel que no se preocupa por tener más o menos. Desligado del nombre y la fama, es libre del sufrimiento del mundo y sobre todo de sí mismo.

La vida es la coexistencia de todos los valores opuestos. Alegría y tristeza, placer y dolor, arriba y abajo, caliente y frío, aquí y allá, luz y oscuridad, nacimiento y muerte. Toda experiencia es por contraste, y una no tendría sentido sin la otra.

La tristeza mira atrás, la preocupación mira alrededor, la fe mira hacia arriba.

¿Qué ilusión, qué tristeza puede haber para quien ve esa unidad [del jiva y Brahman]?

La alegría y la tristeza son la luz y la sombra de la vida; sin luz y sombra, ninguna imagen es clara.

Los signos de buena salud son un intelecto libre de inhibiciones y arrogancia, un corazón lleno de compasión es saludable, una mente sin confusión, una memoria sin traumas y un alma sin tristeza.

La vida era un doloroso latido de esta Materia enseñándole angustia, enseñándole esperanza y deseo aplastados demasiado pronto en el fango, la vida, la frágil alegría que lamenta su brevedad, la vida, la larga tristeza.

Mantengo que toda tristeza proviene del amor hacia esas cosas de las que la pérdida me priva.

Si los deseos no son arrancados, las penas crecerán de nuevo en ti.

La gente se queja de sus penas y dolores y de cómo oran a Dios pero no encuentran alivio del dolor. Pero el mismo dolor es un regalo de Dios. Es el símbolo de Su compasión.

No desprecies el corazón, aunque esté lleno de tristeza. Los tesoros de Dios están enterrados en corazones rotos.

El que está libre de apego está libre de todas las penas.

Dame fuerzas, esta es mi oración a ti, mi señor, golpea, golpea la raíz de la pobreza en mi corazón. Dame fuerzas para soportar ligera mis alegrías y tristezas. Dame fuerzas para hacer que mi amor dé frutos en el servicio. Dame fuerzas para nunca renegar de los pobres ni doblegar mis rodillas ante el poder insolente. Dame fuerzas para elevar mi mente por encima de las trivialidades diarias. Y dame fuerzas para rendir mi fuerza a tu voluntad con amor.

Todo ser vivo siempre desea ser feliz, libre de tristeza; y todos tienen el mayor amor por sí mismos, lo cual se debe únicamente al hecho de que la felicidad es su verdadera naturaleza. Por lo tanto, para darse cuenta de esa felicidad inherente e inmaculada, que realmente experimenta a diario cuando la mente está subyugada en el sueño profundo, es esencial que se conozca a sí mismo. Para obtener tal conocimiento, la mejor forma es la indagación '¿Quién soy yo?' en busca del Ser.

Pero cuando uno domina este miserable deseo, que es tan difícil de superar, sus sufrimientos caen como una gota de agua de un loto.

Evita el exceso de alegría. Una mente en ese estado nunca se calma; se vuelve voluble. El exceso de alegría siempre será seguido por la tristeza. Las lágrimas y la risa son parientes cercanos. Las personas a menudo pasan de un extremo a otro.

La vida, el río del Espíritu, consintiendo la angustia y el dolor.