La esperanza es dulce. La esperanza ilumina. La esperanza es gratificante. La esperanza puede ser eterna. Por lo tanto, no pierdas la esperanza, incluso en el atardecer de tu vida.

Nuestro conocimiento humano es una vela quemada en un altar tenue hacia una Verdad tan vasta como el sol.

El que conoce este Brahman, oculto en la cueva del corazón, corta aquí mismo el nudo de la ignorancia.

Así como una piedra, un árbol, una paja, un grano, una alfombra, un paño, una olla, etc., cuando se queman, se reducen a tierra (de donde vinieron), de igual forma el cuerpo y sus órganos sensoriales, al ser quemados en el fuego del Conocimiento, se convierten en Conocimiento y se absorben en Brahman, como la oscuridad en la luz del sol.

Pero algo tan pequeño y trivial como un paraguas puede privarte de la vista de un hecho tan asombroso como el sol.

Los santos son como los árboles. No llaman a nadie, ni echan a nadie. Dan refugio a quien quiera que venga, sea hombre, mujer, niño o animal. Si te sientas bajo un árbol, te protegerá del clima, del sol abrasante y de la lluvia torrencial, y te dará flores y frutos. Si un ser humano los disfruta o un pájaro los prueba, poco importa al árbol; sus frutos están allí para cualquiera que venga y los tome.

La ilusión desaparecerá a medida que la luz se vuelva cada vez más resplandeciente, carga tras carga de ignorancia desaparecerá, y llegará un momento en que todo lo demás habrá desaparecido y solo brillará el sol.

La monotonía es la ley de la naturaleza. Mira la forma monótona en que sale el sol. La monotonía de la ocupación necesaria es estimulante y vivificante.

Comenzando con el primer resplandor de cada día, irradiaré alegría a todos los que encuentre. Seré sol mental para todos los que crucen mi camino. Ante la luz inquebrantable de mi alegría, la oscuridad huirá.

Canta canciones que nadie ha cantado.

La muerte no tiene nada que ver con irse. El sol se pone. La luna se pone. Pero no se han ido.

Las plantas y los árboles saludables producen abundantes flores y frutos. De manera similar, de una persona saludable, los sonrisas y la felicidad brillan como los rayos del sol.

No te sientes y esperes. Sal ahí, siente la vida. Toca el sol y sumérgete en el mar.

Las cosas que más merecen nuestra gratitud las damos por sentadas. Sin aire no podemos vivir más de un minuto o dos. Todos los días respiramos hacia adentro y hacia afuera, pero ¿alguna vez sentimos gratitud por el aire? Si no bebemos agua, no podemos sobrevivir. Incluso nuestro cuerpo está compuesto en gran parte por agua. Pero, ¿le damos algún valor al agua? Cada mañana, cuando abrimos los ojos, vemos el sol bendiciéndonos con luz y energía vital, que necesitamos con urgencia. Pero, ¿estamos agradecidos por el sol?

La verdad está oculta por el velo dorado de lo mundano. Perfora esta delgada capa brillante y sabe que eres el Sol.

Juntos como nación, tenemos la obligación de poner sol en los corazones de nuestros pequeños. Son nuestras posesiones más preciadas. Merecen la felicidad que la vida pueda ofrecer.

La tierra está sostenida por el poder de la verdad; es el poder de la verdad el que hace brillar el sol y soplar los vientos; de hecho, todas las cosas descansan sobre la verdad.

Tres cosas no pueden estar mucho tiempo ocultas: el sol, la luna y la verdad.

Un pulgar de tiempo en el reloj de sol vale más que un pie de jade.

El gurú no quiere nada del discípulo. El gurú es esa fuerza que mueve el alma hacia la iluminación. Las acciones del gurú provienen de la pura compasión. Así como el sol brilla y vive por encima, el gurú da amor espiritual y permanece desapegado.

Mira Su adorable rostro. Mira Sus ojos vidriosos y hundidos. Mira Sus heridas. Mira a Jesús a la cara. Allí verás cómo Él nos ama.

Para mí, la creatividad es Dios. Pero será mejor si me permites cambiar la palabra dios por divinidad, porque no quiero ser malinterpretado. No hay una persona como Dios, pero sí hay una energía tremenda: explotando, interminable, expansiva. Esta energía expansiva, interminable y explosiva, esta creatividad, es divina.

Krishna fue concebido en el vientre de Devaki misteriosamente, como el sol que se pone en el Oeste transmite sus rayos a la luna creciente en el Este.