Los valores humanos nacen con el hombre. No se obtienen desde afuera. El hombre en su ignorancia no es consciente de estos valores. Cuando el hombre se deshace de su ignorancia, experimentará su naturaleza divina.

La meditación significa expansión consciente del ser. La meditación significa la conciencia consciente de la Realidad trascendental. La meditación significa el reconocimiento o el descubrimiento del propio ser verdadero. Es a través de la meditación que trascendemos la limitación, la esclavitud y la imperfección.

La religión, cualquier religión, no importa qué tipo de maravillosa religión sea, nunca será universal. Así que ahora la educación es universal, por lo que debemos encontrar formas y medios a través del sistema educativo, desde el jardín de infantes hasta la universidad, para hacer conciencia de estas buenas cosas, los valores, los valores internos.

Siento que no solo debemos mantener relaciones suaves y pacíficas con nuestros semejantes, sino que también es muy importante extender la misma actitud hacia el medio ambiente natural.

La mente de quien medita sobre un solo objeto se convierte en unificada. Y la unidad de la mente conduce a la permanencia en el ser. El verdadero logro es estar completamente consciente, ser consciente de los alrededores y de las personas a tu alrededor, moverse entre ellos todos, pero sin fusionar la conciencia con el entorno. Uno debe permanecer en la conciencia interior e independiente.

La meditación no es sentarse y moverse inquieto, soñar despierto, preocuparse o fantasear. Significa observar, observar tranquilamente la mente misma. La observación tranquila hace que la mente se calme. La calma de la mente crea el poder de profundizar más y más en los lechos de samskaras, en todos los recuerdos latentes e impresiones que diariamente provocan nuestros hábitos y personalidades. Sin embargo, al ir calmadamente y muy silenciosamente hacia los samskaras y observarlos, se queman; burbujean hacia la superficie y se disipan. Este es el proceso de purificación. Es una práctica muy poderosa, y esencial. La meditación es el método exacto para ser consciente de quién eres. Es el entrenamiento fundamental para conocer tu mundo interior.

Dios nos concede la facultad de abrirnos a la paz. Si no lo hacemos, somos responsables si las guerras continúan.

Un sentimiento de aversión o apego hacia algo es una pista de que hay trabajo por hacer.

Cuando la mente está llena de deseos mundanos, es su misma naturaleza confundir la mente. Retira la mente de las cosas externas y vuélvela hacia adentro.

El evento más decisivo en tu vida es cuando descubres que no eres tus pensamientos ni emociones. En su lugar, puedes estar presente como la conciencia detrás de los pensamientos y emociones.

El amor verdadero es la completa ausencia de sentimientos negativos hacia alguien.

La respiración fluye constantemente y se une con el alma interior. Solo a través de la respiración puedes moverte hacia adentro hacia la presencia divina del alma.

Profundiza y amplía tu conciencia de ti mismo y todas las bendiciones fluirán. No necesitas buscar nada, todo vendrá a ti de la manera más natural y sin esfuerzo.

La medicina cura el cuerpo, la meditación cura el alma. La medicina es externa, la meditación es interna. Y el hombre está completo solo cuando la medicina y la meditación están juntas en profunda armonía.

Cuando te haces consciente del silencio, inmediatamente surge ese estado de alerta interna y calma. Estás presente. Has salido de miles de años de condicionamiento humano colectivo.

El Señor es el refugio de todos los que buscan refugio, el salvador de todos los que tienen que ser salvados. Él es la Encarnación del Ser-Consciencia-Bendición (Sat-chit-ananda). Ahora está en Puttaparthi como el Resplandeciente Emperador sobre la región de la Verdad, la Bondad y la Belleza.

Dios recompensa de acuerdo con la manera en que es concebido o aproximado.

Nadie es un pecador; nadie es santo tampoco; si la mente se pone en el Kutastha, entonces no hay pecado; de lo contrario, si la mente está hacia afuera, hay pecado; en otras palabras, cuando la mente no está en el Kutastha, está en pecado.

Percibir que la forma revela el vacío, y ver que el vacío revela la forma, es el secreto para superar la muerte. En la medida en que uno no es consciente del espacio, no es consciente de su propia eternidad; ¡es lo mismo!

Pero el jiva [ser viviente] está dotado de ego y su conocimiento es limitado, mientras que Ishwar está sin ego y es omnisciente.

Siempre estamos tratando de hacer que nuestra debilidad parezca fuerza, nuestro sentimiento parezca amor, nuestra cobardía parezca valentía, y así sucesivamente.

Dios y yo hemos construido juntos un fuego inmenso. Nos mantenemos felices y cálidos el uno al otro.

En una persona que entiende el yo, no puede haber ego, no puede haber odio hacia nadie. Solo puede haber amor y compasión por los que son desafortunados. Eso es conocimiento de la verdad.