Dios nos concede la facultad de abrirnos a la paz. Si no lo hacemos, somos responsables si las guerras continúan.

Cualquier expectativa, incluso la expectativa de paz, trae inquietud. La tensión tiene que irse. Tan pronto como esto sucede, llega una paz divina.

Necesitamos adoptar un enfoque secular de la ética, secular en el sentido indio de respetar todas las tradiciones religiosas e incluso las opiniones de los no creyentes de manera imparcial. La ética secular basada en hallazgos científicos, la experiencia común y el sentido común puede ser fácilmente introducida en el sistema educativo secular. Si podemos hacer esto, existe una verdadera perspectiva de hacer de este siglo XXI una era de paz y compasión.

Si realmente deseas traer paz al mundo, identifícate con ese lugar dentro de ti donde eres Paz.

Soy activamente tranquilo, tranquilamente activo. Soy el príncipe de la paz sentado en un trono de compostura, dirigiendo el reino de mi actividad.

Aquellos que están libres de pensamientos resentidos seguramente encontrarán la paz.

Si no encuentras paz dentro de ti, no la encontrarás en ningún otro lugar. El objetivo de la vida es alcanzar la paz, no el poder, el nombre, la fama y la riqueza.

Afirma la calma divina y la paz, y envía solo pensamientos de amor y buena voluntad si quieres vivir en paz y armonía. Nunca te enojes, porque la ira envenena tu sistema.

Mora en paz en el hogar de tu propio ser, y el Mensajero de la Muerte no podrá tocarte.

Lo que necesitamos es paz mental. Solo podemos lograr eso a través del control de nuestra mente.

Solo puedes tener paz duradera basada en la justicia.

Es importante orar por la paz... Pero también debes tomar medidas para lograrlo. Todos los días.

El único camino hacia la paz es el perdón.

La perfecta salud, sinceridad, honestidad, franqueza, valentía, desinterés, altruismo, paciencia, resistencia, perseverancia, paz, calma, autocontrol son todas cosas que se enseñan infinitamente mejor por ejemplo que por bellos discursos.

El mayor destructor del amor y la paz es el aborto, que es una guerra contra el niño. La madre no aprende a amar, sino que mata para resolver sus propios problemas. Cualquier país que acepte el aborto no está enseñando a su pueblo a amar, sino a usar cualquier violencia para obtener lo que quiere.

Solo los pensamientos de Dios y el amor intenso por Él traen paz.

Reza para que todos lleguen a la orilla de la paz, difundiendo la dulce fragancia sagrada del Amor y las vibraciones de unidad y armonía.

Cuando dejas ir la creencia de que deberías o necesitas saber quién eres, ¿qué pasa con la confusión? De repente, desaparece. Cuando aceptas completamente que no sabes, en realidad entras en un estado de paz y claridad que está más cerca de lo que realmente eres de lo que el pensamiento podría ser. Definirte a ti mismo a través del pensamiento es limitarte a ti mismo.

La paz no es solo la ausencia de guerra y conflicto; va mucho más allá de eso. La paz debe fomentarse dentro del individuo, dentro de la familia y dentro de la sociedad. Simplemente trasladar las armas nucleares del mundo a un museo no traerá la paz mundial. Las armas nucleares de la mente deben eliminarse primero.

La paz completa reina igualmente entre dos olas mentales.

Un estado de mente compasiva trae paz interior y, por lo tanto, un cuerpo más saludable.

Entrena con resolución para alcanzar la paz.

Si deseas una paz real en el mundo, comienza con los niños.