Estamos revisando algunas traducciones.
Gracias por tu comprensión.
Estamos revisando algunas traducciones.
Gracias por tu comprensión.
El oro no tiene brillo propio. Solo brilla por el uso moderado.
Donde haya discordia, que llevemos armonía. Donde haya error, que llevemos la verdad. Donde haya duda, que llevemos la fe. Donde haya desesperación, que llevemos esperanza.
A través de las ansiedades y preocupaciones de esta vida, Satanás trata de embotar el corazón del hombre y hacer allí su morada.
Mientras proclamas la paz con tus labios, ten cuidado de tenerla aún más plenamente en tu corazón.
Puedes mostrar tu amor a los demás no deseando que sean mejores cristianos.
Cuando pienso en la felicidad que me espera, cada tristeza, cada dolor me resulta querido.
Amemos también a nuestros vecinos como a nosotros mismos. Tengamos caridad y humildad. Demos limosna porque estas limpian nuestras almas de las manchas del pecado. Los hombres pierden todas las cosas materiales que dejan atrás en este mundo, pero llevan consigo la recompensa de su caridad y las limosnas que dan. Por ellas recibirán del Señor la recompensa y la retribución que merecen.
San Francisco de Asís estaba cavando su jardín cuando alguien le preguntó qué haría si de repente se enterara de que moriría antes del atardecer ese mismo día. "Terminaría de cavar mi jardín", respondió.
El Señor me llamó por el camino de la simplicidad y la humildad, y este camino me lo ha mostrado en verdad para mí y para aquellos que creerán y me imitarán. Y por eso deseo que no me nombren ninguna regla, ni de San Agustín, ni de San Benito, ni de Bernardo, ni ningún camino o forma de vida, sino aquel que el Señor me mostró y me dio con misericordia.
Sé paciente en las pruebas, vigilante en la oración y nunca dejes de trabajar.
Toda la oscuridad del mundo no puede extinguir la luz de una sola vela.
Por encima de toda la gracia y los dones que Cristo da a sus amados, está el de vencer a uno mismo.
Y en cualquier predicación que hagas, amonesta al pueblo sobre el arrepentimiento, y que nadie puede ser salvo excepto el que recibe el más santo Cuerpo y Sangre de nuestro Señor. Y cuando sea sacrificado en el altar por el sacerdote o llevado a cualquier lugar, que todo el pueblo, de rodillas, rinda alabanza, gloria y honor al Verdadero y Vivo Señor Dios.
Cada día Él se humilla, como lo hizo cuando descendió de Su trono celestial al seno de la Virgen; cada día Él viene a nosotros y nos deja verlo en humildad, cuando desciende del seno del Padre a las manos del sacerdote en el altar.
Debemos buscar no tanto orar, sino convertirnos en oración.
Quien estamos buscando es quien está buscando.
Para Uno en tan alta posición agacharse tan bajo es un milagro asombroso. ¡Qué sublime humildad y humilde sublimidad, que el Señor del Universo, el Hijo Divino de Dios, se agachó hasta esconderse bajo la apariencia de pan para nuestra salvación! ¡He aquí el humilde camino de Dios, hermanos míos! Por lo tanto, no se consideren nada por sí mismos, para que puedan ser completamente aceptados por Aquél que se da completamente a ustedes.
No debemos tener más uso ni consideración por el dinero en cualquiera de sus formas que por el polvo. Aquellos que piensan que vale más o que son codiciosos por él, se exponen al peligro de ser engañados por el Diablo.
Señor, ayúdame a vivir este día, en calma, con facilidad. Apoyarme en tu gran fuerza, con confianza, en descanso. Esperar pacientemente y serenamente el desarrollo de tu voluntad. Encontrar a los demás, en paz, con alegría. Enfrentar el mañana, con confianza, con valentía.
No es adecuado, cuando uno está al servicio de Dios, tener una cara sombría o una mirada fría.
Las acciones que hagas pueden ser el único sermón que algunas personas escuchen hoy.
Alabado seas, oh Señor mío, por Hermano Viento, por el aire, la nube y cada clima a quienes Tú das sustento a su especie.
Donde hay caridad y sabiduría, no hay ni miedo ni ignorancia.