El amor son los brazos de la Madre Divina; cuando esos brazos están extendidos, cada alma cae en ellos.

En el amor reside todo conocimiento. Es el amor e interés de la humanidad en las cosas lo que, con el tiempo, revela su secreto.

El amor que termina es la sombra del amor; el verdadero amor no tiene ni principio ni fin.

La música es el lenguaje del alma; y para que dos personas de diferentes naciones o razas se unan, no hay mejor medio que la música.

El dominio no consiste solamente en aquietar la mente, sino en dirigirla hacia cualquier punto que deseemos, en permitirle estar activa tanto como queramos, en usarla para cumplir nuestro propósito, en hacer que esté tranquila cuando deseamos tranquilizarla. Aquel que ha llegado a esto ha creado su cielo dentro de sí mismo; no tiene necesidad de esperar un cielo en el más allá, porque lo ha producido dentro de su propia mente ahora.

El hombre que trata de demostrar que su creencia es superior a la fe de otro, no conoce el significado de la religión.

El amor es la mercancía que todo el mundo demanda; si lo almacenas en tu corazón, cada alma se convertirá en tu cliente.

Por nuestra confianza en la belleza divina de cada persona, desarrollamos esa belleza en nosotros mismos.

Debe haber equilibrio en todas nuestras acciones; ser extremo o tibio es igualmente malo.

Toda la vida es como la música y para estudiar la vida debemos estudiarla como música. No solo es estudio, también es práctica lo que hace perfecto al hombre. Si alguien me dice que cierta persona está miserable o desdichada o angustiada, mi respuesta será que está fuera de tono.

Nuestras virtudes se hacen por amor, y nuestros pecados son causados por la falta de él.

Ser resignado significa encontrar satisfacción en la auto-negación (La auto-negación es la negación del yo inferior).

La razón es la ilusión de la realidad.

Llevar lo sublime a lo mundano es el mayor desafío que existe.

El amor es la esencia de toda religión, misticismo y filosofía, y para aquel que ha aprendido esto, el amor cumple el propósito de la religión, la ética y la filosofía, y el amante es elevado por encima de todas las diversidades de creencias y religiones.

Al principio creí sin dudar en la existencia del alma, y luego me pregunté sobre el secreto de su naturaleza. Perseveré y me esforcé en la búsqueda del alma, y finalmente descubrí que yo mismo era la tapa de mi alma.

El corazón se ensancha al olvidar el yo, pero se estrecha al pensar en uno mismo y compadecerse de uno mismo. Para ganar un corazón amplio y generoso, debes tener algo ante ti en lo que mirar y sobre lo que descansar tu inteligencia, y eso algo es el ideal de Dios.

Su lucha constante es con el Nafs (interés propio), la raíz de toda la discordia y el único enemigo del hombre. Al vencer a este enemigo, el hombre gana dominio sobre sí mismo; esto le otorga dominio sobre todo el universo, porque el muro que estaba entre el yo y el Todopoderoso ha sido derribado. La suavidad, la gentileza, el respeto, la humildad, la modestia, la renuncia a sí mismo, la conciencia, la tolerancia y el perdón son considerados por el Sufi como los atributos que producen armonía dentro del alma propia y también dentro del alma ajena.

He encontrado en cada palabra un cierto valor musical, una melodía en cada pensamiento, armonía en cada sentimiento, y he tratado de interpretar las mismas cosas con palabras claras y sencillas para aquellos que solían escuchar mi música.

La música, la palabra que usamos en nuestro lenguaje cotidiano, no es nada menos que la imagen de nuestro Amado. Es porque la música es la imagen de nuestro Amado que amamos la música.

Nunca se es tan fuerte como cuando uno está roto.

Para un músico, la música es la mejor manera de unirse con Dios.

Si alguien golpea mi corazón, no se rompe, sino que estalla, y la llama que sale de él se convierte en una antorcha en mi camino.