El conocimiento es una adicción, como el alcohol; el conocimiento no trae comprensión. El conocimiento puede ser enseñado, pero no la sabiduría; debe haber libertad del conocimiento para que venga la sabiduría.

Ver, observar, escuchar, estos son los actos más grandes.

Una de las funciones del pensamiento es estar ocupado todo el tiempo con algo. La mayoría de nosotros queremos tener nuestras mentes continuamente ocupadas para evitar vernos como realmente somos. Tenemos miedo de estar vacíos. Tenemos miedo de mirar nuestros miedos.

Cuando uno pierde la profunda relación íntima con la naturaleza, entonces los templos, las mezquitas y las iglesias se vuelven importantes.

En la obediencia siempre hay miedo, y el miedo oscurece la mente.

No hay fin para la educación. No es que leas un libro, pases un examen y termines con la educación. Toda la vida, desde el momento en que naces hasta el momento en que mueres, es un proceso de aprendizaje.

Es mucho más fácil condenar a un niño que entender a un niño.

La intuición es el susurro del alma.

Solo la mente libre sabe qué es el amor.

La satisfacción nunca es el resultado del cumplimiento, del logro, ni de la posesión de cosas; no nace de la acción ni de la inacción. Viene con la plenitud de lo que es, no con la alteración de ello.

Tu creencia en Dios es solo una escapatoria de tu vida monótona, estúpida y cruel.

Si tus ojos están cegados por tus preocupaciones, no podrás ver la belleza del atardecer.

Es el amor solo lo que lleva a la acción correcta. Lo que trae orden al mundo es amar y dejar que el amor haga lo que quiera.

Hasta que lo falso sea visto como falso, la verdad no es.

La meditación no es un retiro de la vida. La meditación es un proceso de entenderse a uno mismo.

Vive con ello. Vives con el placer, ¿no? ¿Por qué no vives completamente con el sufrimiento? ¿Puedes vivir con él en el sentido de no escapar de él? ¿Qué sucede? Mira. La mente está muy clara, aguda. Se enfrenta al hecho. El mismo sufrimiento transformado en pasión es enorme. De eso surge una mente que nunca puede ser herida. Punto final. Ese es el secreto.

A la mayoría de las personas les gusta vivir en ilusiones.

El mundo no es algo separado de ti y de mí; el mundo, la sociedad, es la relación que establecemos o tratamos de establecer entre nosotros. Así que tú y yo somos el problema, y no el mundo, porque el mundo es la proyección de nosotros mismos, y para entender el mundo debemos entendernos a nosotros mismos. Ese mundo no está separado de nosotros; nosotros somos el mundo, y nuestros problemas son los problemas del mundo.

Si pierdes el contacto con la naturaleza, pierdes el contacto con la humanidad.

El amor no es de la mente, no está en la red del pensamiento, no puede ser buscado, cultivado ni atesorado; está allí cuando la mente está en silencio y el corazón está vacío de las cosas de la mente.

Lo real está cerca, no tienes que buscarlo; y un hombre que busca la verdad nunca la encontrará. La verdad está en lo que es, y esa es su belleza. Pero en el momento en que la concibes, en el momento en que la buscas, comienzas a luchar; y un hombre que lucha no puede comprender. Por eso tenemos que estar quietos, observadores, pasivamente conscientes.

Cuando la mente va más allá del pensamiento del "yo", el experimentador, el observador, el pensador, entonces existe la posibilidad de una felicidad incorruptible.

Aférrate a la Verdad en lugar de a la personalidad, y toma a pecho la Verdad en lugar de la autoridad de otro.