Estamos revisando algunas traducciones.
Gracias por tu comprensión.
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Los seres humanos nacen para experimentar el amor puro, pero nunca lo logran. Están buscando experimentarlo desde el nacimiento hasta la muerte.
Luchar contra las heridas del pasado solo profundizará esas heridas. La relajación es el método que sana las heridas de la mente, no la reacción.
Despertar la unidad espiritual y difundir a los demás el amor que es nuestra naturaleza inherente, es el verdadero objetivo de la vida humana.
Nadie se vuelve puro y desinteresado de la noche a la mañana; requiere tiempo y esfuerzo concentrado, junto con una enorme paciencia y amor.
La felicidad está dentro de todos, pero no podemos experimentarla debido a los gustos y disgustos de nuestro ego.
Las parejas deben abstenerse de relaciones sexuales al menos 2 o 3 días a la semana. Gradualmente trate de alcanzar un estado de celibato la mayoría de los días.
El progreso puede ser lento y gradual. Sigue esforzándote con paciencia, entusiasmo y fe.
No tenemos nada que perder al confiar en el poder infinito del Ser, excepto las cadenas de nuestra propia ignorancia.
Lo que necesitamos es paz mental. Solo podemos lograr eso a través del control de nuestra mente.
La verdadera felicidad en la vida proviene de la capacidad mental para adaptarse a cualquier situación.
Canta tu mantra mientras trabajas. De esta manera, la mente estará continuamente enfocada en Él.
Lo que el mundo necesita son siervos, no líderes. El deseo de todos es convertirse en líder... Convirtámonos en un verdadero siervo en su lugar.
Así como la armadura protege al soldado, el conocimiento espiritual nos protege de las dificultades de la vida.
La paz no es solo la ausencia de guerra y conflicto; va mucho más allá de eso. La paz debe fomentarse dentro del individuo, dentro de la familia y dentro de la sociedad. Simplemente trasladar las armas nucleares del mundo a un museo no traerá la paz mundial. Las armas nucleares de la mente deben eliminarse primero.
Si no somos capaces de fijar al Señor firmemente en nuestros corazones, incluso una vida de ir al templo no nos sirve de nada.
Ten la convicción de que Dios es tu único verdadero pariente y amigo.
Cada noche, contempla: ¿Qué bien hice hoy? ¿Cómo puedo hacerlo mejor mañana?
Trascender el ciclo de la muerte y el renacimiento es el verdadero propósito de esta vida en forma humana.
Debemos llenar los programas escolares con lecciones sobre amor y compasión.