No he sido enviado para maldecir a la gente, sino como una misericordia para toda la humanidad.

El espacio del arco de cualquiera de ustedes en el Paraíso es mejor que todo lo que el sol sale a iluminar.

La paciencia es la clave de la satisfacción.

Habla con las personas de acuerdo al desarrollo de su conciencia, porque si les hablas de todo a todos, algunos no te entenderán y cometerán errores.

Si se les hubiera prohibido a los hombres hacer gachas de estiércol de camello, lo habrían hecho diciendo que no se lo habrían prohibido si no hubiera algo bueno en ello.

Quien tenga bienes que excedan sus necesidades, que ayude a alguien cuyos bienes no cubren las suyas; y quien tenga comida que exceda sus necesidades, que la comparta con quien no tenga comida.

Lo primero que se juzgará entre los actos de un hombre en el Día de la Resurrección es la Oración. Si está en buen estado, tendrá éxito, pero si está defectuosa, fallará y será un perdedor.

En verdad, Dios es Compasivo y le gusta la compasión, y Él da a los compasivos lo que no da a los duros.

El cielo está a los pies de las madres.

Quien reza doce rakats durante el día y la noche, se le construirá una casa en el paraíso. Cuatro antes de dhuhr, dos después, dos después de maghrib, dos después de ishaa y dos antes de la oración fajr.

Dios os ordena tratar bien a las mujeres, pues son vuestras madres, hijas y tías.

La contemplación durante una hora es mejor que la adoración formal durante sesenta años.

Hagan buenas obras de manera adecuada, sincera y moderada, y sepan que sus obras no los harán entrar al Paraíso, y que la obra más amada por Dios es la más regular y constante, aunque sea pequeña.

Si confías en Dios como se debe confiar en Él, Él te proveerá como provee a los pájaros; salen vacíos y hambrientos por la mañana y regresan llenos al anochecer.

Cuidado con la injusticia, porque la opresión será oscuridad en el Día de la Resurrección; y cuidado con la avaricia, porque condenó a los que vinieron antes de ustedes. Los incitó a derramar sangre y tratar lo ilícito como lícito.

Hay muchas puertas para la bondad. (Diciendo) "Gloria a Dios", "Alabado sea Dios", "No hay deidad más que Dios", ordenar el bien, prohibir el mal, eliminar el daño de la carretera, escuchar a los sordos (hasta que los entiendas), guiar a los ciegos, guiar a uno hacia el objeto de su necesidad, apresurarse con la fuerza de las piernas hacia el que está en tristeza y pide ayuda, y apoyar a los débiles con la fuerza de los brazos: todas estas son (formas de) caridad prescritas para vosotros.

Cuando algo te pesa en la conciencia, déjalo ir.

Bienaventurados son aquellos que encuentran fallos en sí mismos en lugar de encontrar fallos en los demás.

Quien ama encontrarse con Dios, Dios ama encontrarse con él.