Mientras persistan la pobreza, la injusticia y la desigualdad grosera en nuestro mundo, ninguno de nosotros podrá descansar verdaderamente.
Hemos introducido una constitución democrática que puso a cada sudafricano en igualdad de condiciones.
Mientras muchos de nuestros pueblos sigan viviendo en pobreza extrema, mientras los niños sigan viviendo bajo coberturas de plástico, mientras muchos de nuestros pueblos sigan sin trabajo, ningún sudafricano debe descansar y regodearse en la alegría de la libertad.
Superar la pobreza no es un gesto de caridad. Es un acto de justicia. Es la protección de un derecho humano fundamental, el derecho a la dignidad y una vida decente...
A medida que nos liberamos de nuestro propio miedo, nuestra presencia libera automáticamente a otros.
No hay revelación más aguda del alma de una sociedad que la forma en que trata a sus niños.
Ninguna forma de violencia puede ser excusada en una sociedad que desee llamarse decente.
La música es una gran bendición. Tiene el poder de elevarnos y liberarnos. Nos permite soñar. Puede unirnos para cantar con una sola voz. Tal es el valor de la música.
Si estás negociando, debes hacerlo con un espíritu de reconciliación, no desde el punto de vista de emitir ultimátums.
Sabemos demasiado bien que nuestra libertad está incompleta sin la libertad de los palestinos.
Nuestra experiencia nos ha enseñado que con buena voluntad se puede encontrar una solución negociada incluso para los problemas más profundos.
En el siglo XXI, la capacidad de comunicarse será casi con certeza un derecho humano clave.
El Hospital Infantil será una demostración creíble del compromiso de los líderes africanos de poner los derechos de los niños en primer plano. Nada menos sería suficiente.
Mi respeto por los seres humanos no se basa en el color de la piel de un hombre ni en la autoridad que pueda tener, sino únicamente en sus méritos.
Mientras salía por la puerta hacia la puerta que me conduciría a mi libertad, supe que si no dejaba atrás mi amargura y mi odio, seguiría estando en prisión.
Parte de ser optimista es mantener la cabeza hacia el sol y los pies en movimiento.
Demos un reconocimiento práctico a las injusticias del pasado, construyendo un futuro basado en la igualdad y la justicia social.
Millones de personas en los países más pobres del mundo siguen esclavizadas por las cadenas de la pobreza. Es hora de liberarlas.
En Sudáfrica hay muchas personas ricas que pueden compartir esas riquezas con aquellos menos afortunados que no han podido conquistar la pobreza.
Estoy aquí ante ustedes no como un profeta, sino como un humilde servidor de ustedes, el pueblo.
No hay nada como un objetivo fijo y constante, con un propósito honorable. Dignifica tu naturaleza y asegura tu éxito.
Cada uno de nosotros, como ciudadanos, tiene un papel que desempeñar en la creación de un mundo mejor para nuestros hijos.
Si hay un país que ha cometido atrocidades indescriptibles en el mundo, ese es Estados Unidos de América.