Si descansas en el silencio interior, todos los que encuentres tendrán sus corazones espirituales resucitados.

El amor fluye. El amor no conoce límites. La mente crea límites. La mente crea la frontera de yo y tú por separado. El corazón sigue abrazando y abriéndose.

Todos estamos afectando el mundo en cada momento, ya sea que lo queramos o no.

Todo cambia una vez que nos identificamos con ser el testigo de la historia, en lugar de ser el actor en ella.

Nos matamos entre nosotros por qué nombre darle al Innombrable.

Los psicodélicos me ayudaron a escapar... aunque solo fuera momentáneamente... de la prisión de mi mente. Sobrescribieron los patrones habituales de pensamiento y pude saborear la inocencia de nuevo. Mirar las sensaciones de manera fresca, sin la sobrecarga conceptual, fue muy profundo.

A través de los planos de conciencia, tenemos que vivir con la paradoja de que cosas opuestas pueden ser simultáneamente verdaderas.

Diría que el impulso de mi vida ha sido inicialmente conseguir la libertad, y luego darme cuenta de que mi libertad no es independiente de los demás. Luego llego a ese círculo donde uno trabaja sobre sí mismo como un regalo para los demás, para que no se cree más sufrimiento. Ayudo a las personas como un trabajo sobre mí mismo y trabajo sobre mí mismo para ayudar a los demás.

Si hemos de ayudar a sanar el mundo, necesitamos recordar que es un lugar sagrado. Nuestras acciones deben ser declaraciones positivas, recordatorios de que incluso en los peores momentos hay un mundo por el que vale la pena luchar.

Solía tener miedo de cosas como los derrames cerebrales, pero ahora he descubierto que el miedo al derrame cerebral es peor que el derrame mismo.

Nuestros planes nunca resultan tan sabrosos como la realidad.

No compares tu camino con el de los demás. Tu camino es único para ti.

El ego es una herramienta. No lo separas. Es una herramienta para el espíritu.

Practico convertir a las personas en árboles. Lo que significa apreciarlas tal como son.

Hazte la pregunta: ¿Dónde estoy? Responde: Aquí. Hazte la pregunta: ¿Qué hora es? Responde: Ahora. Dilo hasta que puedas escucharlo.

Creo que las personas encontrarán una enorme alegría y satisfacción en el servicio a otros seres humanos, y que a menudo esto es lo que les falta en sus vidas.

Un Lama tibetano me dijo: "El mejor lugar para estar, Ram Dass, es a medio camino entre la esperanza y la desesperación". Así que puedo escribir un escenario para el siglo XXI en cualquier dirección. Uno es que todo se va al infierno y que es verdaderamente la edad oscura.

La compasión y la lástima son muy diferentes. Mientras que la compasión refleja el anhelo del corazón de fusionarse y asumir parte del sufrimiento, la lástima es un conjunto controlado de pensamientos diseñados para asegurar la separación. La compasión es la respuesta espontánea del amor; la lástima, el reflejo involuntario del miedo.

Cuando vemos al Amado en cada persona, es como caminar por un jardín viendo flores florecer a nuestro alrededor.

En el momento en que ya no hay nada más que perder, el Ego se rompe, y entonces vemos quién somos detrás de quien pensábamos que éramos.

Si tienes miedo, seguirás creando el miedo. Si quieres cambiarlo, cámbialo desde tu alma.

Tienes todo lo que tiene Buda, lo que tiene Cristo. Lo tienes todo. Pero solo cuando empieces a reconocerlo, se volverá interesante. Tu problema es que tienes miedo de reconocer tu propia belleza. Estás demasiado ocupado aferrándote a tu propia indignidad. Prefieres ser un tonto sentado frente a un gran hombre. Eso encaja más con quien crees que eres. Bueno, ya basta. Me siento frente a ti, miro y veo tu belleza, aunque tú no la veas.

El regalo que ofreces a otra persona es solo tu ser.