Incluso en un momento de estrés, puedes decir: "OK, ¿puedo disfrutar del hacer en sí? ¿Puedo disfrutar del flujo de energía de este momento?" ¡Y por supuesto que puedes!

Muchas personas viven con un verdugo en su cabeza que continuamente los ataca, los castiga y les drena la energía vital. Es la causa de innumerables miserias, infelicidades y enfermedades.

El miedo es la energía destructiva en el hombre. Marchita la mente, distorsiona el pensamiento, conduce a todo tipo de teorías extraordinarias y sutiles, supersticiones absurdas, dogmas y creencias.

Las personas negativas agotan tu energía. Rodéate de amor y nutrición y no permitas la creación de negatividad en tu entorno.

El miedo tiene que ver con la supervivencia. Cuando caes por debajo de eso y experimentas el miedo sin intentar cambiarlo, solo dejándolo ser, entonces se vuelve quieto. Cuando abres tu corazón al miedo, en lugar de intentar pelear con él, negarlo o incluso superarlo, descubres que es solo energía.

El amor no es selectivo, el deseo sí es selectivo. En el amor no hay extraños. Cuando el centro del egoísmo ya no existe, todos los deseos de placer y el miedo al dolor cesan; ya no se está interesado en ser feliz; más allá de la felicidad hay pura intensidad, energía inagotable, el éxtasis de dar desde una fuente perenne.

La sanación cuántica es sanar el cuerpo-mente desde un nivel cuántico. Esto significa un nivel que no se manifiesta a un nivel sensorial. Nuestros cuerpos son en última instancia campos de información, inteligencia y energía. La sanación cuántica implica un cambio en los campos de información energética, para corregir una idea que se ha desviado. Por lo tanto, la sanación cuántica implica sanar un modo de conciencia, la mente, para generar cambios en otro modo de conciencia, el cuerpo.

La meditación trascendental abre la conciencia al reservorio infinito de energía, creatividad e inteligencia que yace profundamente dentro de cada uno.

Una sonrisa genuina distribuye la corriente cósmica, Prana, a cada célula del cuerpo. La persona feliz es menos propensa a enfermedades, ya que la felicidad realmente atrae una mayor cantidad de energía vital universal al cuerpo.

El silencio te lleva de vuelta a casa, y te da la energía tan necesaria para darte cuenta de "Quién Eres", para darte cuenta de que hay dicha, hay belleza, hay alegría, y eso eres "Tú".

La Unidad de lo Divino. Puede tener mil nombres como La Causa Primaria / Dios / Energía / Yo. Todo lo creado tiene en sí mismo esta Unidad.

La abundancia, como todo lo demás en el universo, es simplemente una disposición específica de energía e información. Con nuestra intención, podemos cambiar la energía, agregar nueva información y manifestar todo lo que queramos, necesitemos o deseemos. La abundancia es ilimitada, sin límites y siempre disponible.

La paz es algo tangible. Silencia la energía saliente de la mente y alimenta el corazón aspirante. La paz no es meramente la ausencia de peleas y luchas. La verdadera paz no se ve afectada por el rugir del mundo, exterior o interior. Este mar de paz está a nuestro alcance si practicamos la vida espiritual.

El Zen es realmente extraordinariamente simple mientras uno no trate de ser astuto o andarse con rodeos al respecto. El Zen es simplemente la sensación y la comprensión clara... de que detrás de la multiplicidad de eventos y criaturas en este universo hay simplemente una energía, y esa energía aparece como tú, y todo es ella. La práctica del Zen es entender esa energía para "sentirla en los huesos".

¡Menos hablar, más trabajar! Hay demasiada charla. Debido al exceso de hablar, se desperdicia la energía espiritual.

Hay muchos aspectos del éxito; la riqueza material es solo un componente. Pero el éxito también incluye buena salud, energía y entusiasmo por la vida, relaciones satisfactorias, libertad creativa, estabilidad emocional y psicológica, un sentido de bienestar y paz mental.

Ser rico es un obstáculo para amar. Cuando eres rico, quieres seguir siendo rico, y entonces terminas dedicando todo tu tiempo, toda tu energía, en tu vida diaria para seguir siendo rico.

Para mí, la creatividad es Dios. Pero será mejor si me permites cambiar la palabra dios por divinidad, porque no quiero ser malinterpretado. No hay una persona como Dios, pero sí hay una energía tremenda: explotando, interminable, expansiva. Esta energía expansiva, interminable y explosiva, esta creatividad, es divina.

Las cosas que más merecen nuestra gratitud las damos por sentadas. Sin aire no podemos vivir más de un minuto o dos. Todos los días respiramos hacia adentro y hacia afuera, pero ¿alguna vez sentimos gratitud por el aire? Si no bebemos agua, no podemos sobrevivir. Incluso nuestro cuerpo está compuesto en gran parte por agua. Pero, ¿le damos algún valor al agua? Cada mañana, cuando abrimos los ojos, vemos el sol bendiciéndonos con luz y energía vital, que necesitamos con urgencia. Pero, ¿estamos agradecidos por el sol?

Cada vez que te encuentras con alguien, es un encuentro sagrado. El evento principal es el campo de energía de presencia que surge entre tú y el otro ser humano. Lo disfrutas. Hay una profunda alegría en el encuentro.

La meditación es la forma más eficaz de relajación. No solo relaja el cuerpo y la mente, sino que también los alimenta con energía vital, paz y felicidad.

El amor es la capacidad de cuidar, proteger, nutrir. Si no eres capaz de generar ese tipo de energía hacia ti mismo — si no eres capaz de cuidarte, nutrirte, protegerte — es muy difícil cuidar a otra persona.

El dolor en el presente se experimenta como dolor. El dolor en el pasado se recuerda como ira. El dolor en el futuro se percibe como ansiedad. La ira no expresada, redirigida contra ti mismo y mantenida dentro, se llama culpa. El agotamiento de energía que ocurre cuando la ira se redirige hacia adentro crea depresión.