Ninguna religión tiene un Dios separado que derrame gracia solo sobre aquellos que profesan seguir esa fe.

Es fácil hablar sobre religión, pero difícil practicarla.

En nombre de la religión, forzamos la viudez sobre nuestras trescientas mil niñas viudas que no podían entender el significado de la ceremonia matrimonial.

Leemos muchos libros, pero eso no nos trae conocimiento. Podemos leer todas las Biblias del mundo, pero eso no nos dará religión. La religión teórica es bastante fácil de obtener, cualquiera puede obtenerla. Lo que queremos es religión práctica.

El amor es el denominador común que une a todas las personas, sin importar su religión.

Si la idea de "yo soy el hacedor" se va, entonces solo queda el "Yo soy" y ese "Yo soy" no tiene religión.

La cultura es una perversión. Fetichiza objetos, crea manía consumista, predica interminables formas de falsa felicidad, interminables formas de falso entendimiento en forma de religiones extrañas y cultos tontos. Invita a las personas a disminuirse a sí mismas y deshumanizarse comportándose como máquinas.

La única religión que debe ser enseñada es la religión de la valentía. Ya sea en este mundo o en el mundo de la religión, es cierto que el miedo es la causa segura de la degradación y el pecado. Es el miedo el que trae miseria, el miedo que trae muerte, el miedo que engendra el mal. ¿Y qué causa el miedo? La ignorancia de nuestra propia naturaleza.

La religión mantiene a la sociedad dividida. La espiritualidad la une.

Por lo general, cuando alguien cree en una religión particular, su actitud se convierte cada vez más en un ángulo agudo que apunta hacia fuera de sí mismo. En nuestro camino, el punto del ángulo siempre está hacia nosotros mismos.

Cada religión es el producto de la mente conceptual intentando describir el misterio.

Mis hijos, el secreto de la religión no está en las teorías, sino en la práctica.

El verdadero propósito de la religión es controlarse a uno mismo, no criticar a los demás.

Recuerda que la verdadera religión no divide, sino que une; no daña, sino que sana; no mata, sino que salva.

Ve más allá de la ciencia, hacia la región de la metafísica. La verdadera religión está más allá de la argumentación. Solo puede vivirse tanto internamente como externamente.

La meditación en realidad no es parte de ninguna religión. Es explorar uno mismo, explorar los aspectos más profundos de tu ser y finalmente conducirte al centro de la conciencia interior.

Lo que el hombre necesita no es filosofía o religión en el sentido académico o formalista del término, sino la capacidad de pensar correctamente. La enfermedad de la época no es la ausencia de filosofía o incluso irreligión, sino el pensamiento erróneo y la vanidad que pasa por conocimiento. Aunque es difícil definir el pensamiento correcto, no se puede negar que es el objetivo de las aspiraciones de todos.

Los hombres comunes hablan mucho de religión, pero no practican ni un grano de ella. El hombre sabio habla poco, aunque toda su vida sea religión expresada en acción.

¡Sé feliz! y la meditación seguirá. Sé feliz y la religión seguirá. La felicidad es una condición básica. Las personas se vuelven religiosas solo cuando están infelices; entonces su religión es pseudo. Trata de entender por qué estás infeliz.

La fuerza infinita es religión y Dios.

No buscamos imponer los principios de nuestra religión a nadie. Los principios fundamentales de nuestra religión prohíben eso.

La religión es el único y principal interés del pueblo de la India.

Tan pronto como perdemos la base moral, dejamos de ser religiosos. No existe tal cosa como una religión que prevalezca sobre la moralidad.