Para evitar causar terror a los seres vivos, que el discípulo se abstenga de comer carne.

Adora a Dios, aborrece el pecado.

No es una inyección desde afuera lo que da sabiduría; es el poder y la extensión de tu receptividad interna lo que determina cuánto conocimiento verdadero puedes alcanzar y qué tan rápido. Puedes acelerar tu evolución despertando e incrementando el poder receptivo de tus células cerebrales.

El número de los que poseen vida humana es tan pequeño como la cantidad de tierra que uno puede poner en una uña. La vida como ser humano es difícil de sostener, tan difícil como es para el rocío permanecer en la hierba. Pero es mejor vivir un solo día con honor que vivir 120 años y morir en desgracia.

Vivimos en un cuerpo que es como una casa en la que podemos vivir durante una vida. Algunos aman el cuerpo y se apegan a él. Algunos consideran el cuerpo como todo, y algunos incluso piensan "yo soy el cuerpo". Algunas personas pueden no gustarles o amar su cuerpo. Indudablemente, nos preguntamos por qué tantas personas no les gustan sus cuerpos si ellos mismos los eligieron. Su sufrimiento es el resultado de su propia ignorancia. De hecho, todo sufrimiento es causado por la ignorancia. "No me gusta este cuerpo; quiero cambiarlo. No luzco bien; soy feo."

El despertar espiritual es el proceso difícil por el cual la creciente realización de que todo está tan equivocado como puede ser se convierte repentinamente en la realización de que todo está tan bien como puede ser. O mejor aún, todo es como debería ser.

Ser criticado es normal, es una parte muy importante de la vida, si nos alejamos de actuar, temiendo ser criticados, incluso por eso también seremos criticados, por lo tanto, elegir por qué queremos ser criticados es hacer el mejor uso, elegir es nuestro derecho y criticar es su costumbre.

No necesito ninguna escritura, ya que transmito enseñanzas más allá de las palabras e ideas.

La ira es como una tormenta que surge desde lo más profundo de tu conciencia. Cuando la sientas venir, dirige tu enfoque a tu respiración.

Lo que te pase, puedes verlo como una maldición y sufrirlo, o puedes verlo como una bendición y aprovecharlo.

El hombre propone; Dios dispone, dice un viejo adagio. No significa que Dios esté constantemente opuesto a lo que el hombre hace. Lo que realmente sucede es que cuando el hombre actúa a través de su egoísmo de una manera que viola la ley eterna de Dios, naturalmente se siente frustrado, siendo rechazado por la ley de la Verdad.

Ora sinceramente y confía en un Poder Superior.

Mucho más se logra con una sola palabra del Padre Nuestro dicha, de vez en cuando, desde el corazón, que con toda la oración repetida muchas veces apresuradamente y sin atención.

La flor que es única no necesita envidiar a las espinas que son numerosas.

El que sinceramente busca su verdadero propósito en la vida es él mismo buscado por ese propósito. Al concentrarse en esa búsqueda, una luz comienza a despejar su confusión, llámalo revelación, llámalo inspiración, llámalo como quieras. Es la desconfianza la que engaña. La sinceridad lleva directamente al objetivo.

Me parece que hay muchas bendiciones que vienen de la verdadera pobreza y me sentiría triste de ser privado de ellas.

El más infeliz de los mortales es aquel hombre que insiste en revivir el pasado, una y otra vez en su imaginación, criticándose continuamente por sus errores pasados, condenándose continuamente por sus pecados pasados.

Solo cuando la mente está quieta, tranquila, no espera ni se aferra ni resiste nada, es posible ver lo que es verdadero. Es la verdad la que libera, no tu esfuerzo por ser libre.

Dios quiere que odiemos el pecado sin cesar y amemos sin cesar el alma, como Dios la ama.

El amor solo se alimenta de sacrificios, y cuanto más una alma rechaza las satisfacciones naturales, más fuerte y desinteresada se vuelve su ternura.

Una singularidad es un lugar donde se rompen las reglas. Un milagro es una singularidad.

Amemos, ya que nuestro corazón no está hecho para nada más.

Vemos solo el guion y no el papel sobre el cual está escrito. El papel está ahí, esté o no el guion en él. A aquellos que consideran el guion como real, hay que decirles que es irreal, una ilusión, ya que descansa sobre el papel. La persona sabia ve tanto el papel como el guion como uno solo.