Usa la radio, la televisión y las películas de manera discriminatoria; solo para programas que mejoren nuestro conocimiento y cultura. La televisión es tele-visham (tele-veneno, en malayalam). Si no tenemos cuidado, puede corromper nuestra cultura, dañar nuestros ojos y drenar nuestro tiempo.

Así como filtras el agua, ten un conocimiento práctico de los Gurús.

El ser psíquico y el ser mental, Manomaya Purusha, no son lo mismo. El ser psíquico está detrás de la mente, es lo que los occidentales llaman el alma. Se interesa por los movimientos de la mente y lo vital solo cuando hay armonía entre esos movimientos y la verdad superior. El conocimiento del ser psíquico es más profundo.

El verdadero conocimiento no se alcanza mediante el pensamiento. Es lo que eres; es lo que te conviertes.

Hay un conocimiento en el corazón del sueño.

Lo que los hombres llaman conocimiento, es la aceptación razonada de falsas apariencias. La sabiduría mira detrás del velo y ve.

El buscador de Dios es el verdadero amante de vidya, la verdad inmutable; todo lo demás es avidya, conocimiento relativo.

Mientras uno no se haga simple como un niño, no alcanzará la iluminación divina. Olvida todo el conocimiento mundano que has adquirido y hazte como un niño, y entonces recibirás la sabiduría divina.

Todo ser vivo siempre desea ser feliz, libre de tristeza; y todos tienen el mayor amor por sí mismos, lo cual se debe únicamente al hecho de que la felicidad es su verdadera naturaleza. Por lo tanto, para darse cuenta de esa felicidad inherente e inmaculada, que realmente experimenta a diario cuando la mente está subyugada en el sueño profundo, es esencial que se conozca a sí mismo. Para obtener tal conocimiento, la mejor forma es la indagación '¿Quién soy yo?' en busca del Ser.

La comida sagrada a los manes o a los dioses debe ser dada a un hombre distinguido por el conocimiento sagrado, porque las manos, manchadas de sangre, no pueden ser limpiadas con sangre.

El conocimiento espiritual mejora la habilidad intuitiva, la capacidad innovadora y la comunicación.

En tu propia naturaleza, en la profundidad de tu mente, existe la omnipresencia, la omnipotencia y la omnisciencia. Todo el conocimiento ya está en lo profundo de tu conciencia, de tu mente.

Sabes que no sabes nada. Descubre ese conocimiento.

La meditación regular abre los caminos del conocimiento intuitivo, calma y estabiliza la mente, despierta un sentimiento extático y pone al practicante en contacto con la fuente de su propio ser.

No soy ni hombre ni ángel. No tengo sexo ni límite. Soy el conocimiento mismo. Soy Él. No tengo ni ira ni odio. No tengo ni dolor ni placer. Nunca tuve ni muerte ni nacimiento. Porque soy Conocimiento Absoluto, y Bienaventuranza Absoluta. ¡Soy Él, mi alma, soy Él!

Leemos muchos libros, pero eso no nos trae conocimiento. Podemos leer todas las Biblias del mundo, pero eso no nos dará religión. La religión teórica es bastante fácil de obtener, cualquiera puede obtenerla. Lo que queremos es religión práctica.

1-No analices. 2-No te quejes. 3-No te compares con los demás. 4-No esperes que te hagan las cosas. 5-No esperes perfección en lo relativo. 6-Mira el aspecto del conocimiento todos los días. 7-Acepta el movimiento. 8-Los problemas están todos en tu cabeza. 9-Mantente unido.

En la vida espiritual no es necesario tener un mapa completa del camino para comenzar a viajar. Por el contrario, tener tal conocimiento completo puede realmente obstaculizar más que ayudar en el avance. Los secretos más profundos de la vida espiritual se revelan a aquellos que toman riesgos y hacen experimentos audaces con ella. No están destinados al ocioso que busca garantías en cada paso. Aquellos que especulan desde la orilla sobre el océano solo conocerán su superficie, pero aquellos que deseen conocer las profundidades del océano deben estar dispuestos a sumergirse en él.

Sin conocer al Conocedor, todo el conocimiento que uno acumula no puede ser válido.

No seas de mente pequeña. No pidas calabazas y calabazas a Dios, cuando deberías estar pidiendo amor puro y conocimiento puro para que amanezca en cada corazón.

El sufrimiento es un producto del conocimiento limitado.

A través del conocimiento y la devoción, trasciende todo karma y sé libre.

Nuestro conocimiento humano es una vela quemada en un altar tenue hacia una Verdad tan vasta como el sol.