Estamos revisando algunas traducciones.
Gracias por tu comprensión.
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Debemos llegar a un conocimiento transformado, un desconocimiento que no proviene de la ignorancia, sino del conocimiento.
Los teólogos pueden pelear, pero los místicos del mundo hablan el mismo lenguaje.
Un corazón puro es aquel que está libre de cargas, preocupaciones y compromisos, y que no desea su propio camino, sino que está sumergido en la amorosa voluntad de Dios.
No encuentro a Dios fuera de mí mismo ni lo concibo excepto como el mío y en mí.
Algunas personas quieren ver a Dios con sus ojos como ven una vaca, y amarlo como aman una vaca - por la leche, el queso y la ganancia que les trae. Así es como es con las personas que aman a Dios por el bien de la riqueza externa o el consuelo interior. No aman a Dios de verdad, cuando lo aman por su propio beneficio.
El alma ama al cuerpo. Y considera también cómo es que el cuerpo está más en el alma que el alma en el cuerpo.
La espiritualidad no se aprende huyendo del mundo, ni escapando de las cosas, ni volviéndose solitario y apartándose del mundo. Más bien, debemos aprender una soledad interior, donde sea o con quien sea que estemos. Debemos aprender a penetrar las cosas y encontrar a Dios allí.
La quietud es donde se encuentran la creatividad y las soluciones.
Nuestra mejor oportunidad de encontrar a Dios es mirar en el lugar donde lo dejamos.
Estaré en silencio y escucharé lo que Dios diga en mí... Si Dios desea hablarme, que entre. Yo no saldré.
Es en la oscuridad donde se encuentra la luz.
Dios está en su grandeza cuando yo soy más pequeño.
Los filósofos dicen que el Alma tiene dos caras, su cara superior está mirando a Dios todo el tiempo y su cara inferior mira algo hacia abajo, informando a los sentidos; y la cara superior, que es la cima del alma, está en la eternidad y no tiene nada que ver con el tiempo: no sabe nada del tiempo ni del cuerpo.
Recuerda esto: todo sufrimiento llega a su fin. Y todo lo que sufres auténticamente, Dios ya lo ha sufrido primero.
No pienses que la santidad proviene de la ocupación; depende más de lo que uno es. El tipo de trabajo que hacemos no nos hace santos, pero podemos santificarlo. Sin embargo sagrado...
El amor es la raíz de toda alegría y tristeza.
Caminar sin preguntarte si estoy haciendo lo correcto o algo mal.
Hay muchos que siguen a nuestro Señor a medias, pero no la otra mitad. Renuncian a posesiones, amigos y honores, pero les toca demasiado cerca renunciar a sí mismos.
Dios está obligado a actuar, a derramarse (en ti) tan pronto como te encuentre listo.
Trata todas las cosas como si te hubieran sido prestadas sin ningún derecho de propiedad: ya sea cuerpo o alma, sentidos o fuerzas, bienes externos u honores, casa o salón... todo.
Necesito estar en silencio por un tiempo, los mundos se están formando en mi corazón.
La verdad es algo tan noble que si Dios pudiera apartarse de ella, yo podría mantener la verdad y dejar que Dios se fuera.
No hay nada tan parecido a Dios en todo el universo como el silencio.