Mientras estés fascinado por una forma sin vida, no eres libre.

La vida y la muerte son importantes. No los sufras en vano.

Externamente mantente alejado de todas las relaciones, e internamente no tengas deseos en tu corazón; cuando tu mente sea como una pared erguida, podrás entrar en el Camino.

Todos los Budas predican la vacuidad. ¿Por qué? Porque desean aplastar las ideas concretas de los estudiantes. Si un estudiante incluso se aferra a una idea de vacuidad, traiciona a todos los Budas.

La capacidad de la mente es ilimitada, y sus manifestaciones son inagotables. Ver formas con los ojos, oír sonidos con los oídos, oler olores con la nariz, saborear sabores con la lengua, cada movimiento o estado es toda tu mente.

Nunca pierdo ni fracaso, aún no conquistado. Si caigo siete veces, me levanto ocho.

Los Budas no practican tonterías.

Las personas de este mundo están engañadas. Siempre anhelan algo, siempre, en una palabra, buscando. Pero los sabios se despiertan. Eligen la razón sobre la costumbre. Fijan sus mentes en lo sublime y dejan que sus cuerpos cambien con las estaciones.

Solo una persona entre un millón se ilumina sin la ayuda de un maestro.

Sin la mente no hay Buda. Sin el Buda no hay mente.

Para pasar de mortal a Buda, debes poner fin al karma, cultivar tu conciencia y aceptar lo que la vida trae.

Y el Buda es la persona que es libre: libre de planes, libre de preocupaciones.

Una vez que ves tu naturaleza, el sexo es básicamente irrelevante.

La mente siempre está presente. Simplemente no la ves.

Un buda es alguien que encuentra libertad en la buena y mala fortuna. Tal es su poder que el karma no puede retenerlo. No importa qué tipo de karma, un buda lo transforma. El cielo y el infierno no son nada para él. Pero la conciencia de un mortal es tenue en comparación con la de un buda, que penetra todo, por dentro y por fuera.

El verdadero Camino es sublime. No puede expresarse en lenguaje. ¿De qué sirven las escrituras? Pero quien ve su propia naturaleza encuentra el Camino, incluso si no puede leer una palabra.

Uno se aferra a la vida aunque no haya nada que se pueda llamar vida; otro se aferra a la muerte aunque no haya nada que se pueda llamar muerte. En realidad, no hay nada que nacer; en consecuencia, no hay nada que perecer.

Todo lo bueno y lo malo proviene de tu propia mente. Encontrar algo más allá de la mente es imposible.

...los tontos de este mundo prefieren buscar a los sabios lejos. No creen que la sabiduría de su propia mente sea el sabio... los sutras dicen, "La mente es la enseñanza." Pero las personas sin entendimiento no creen en su propia mente ni que, al comprender esta enseñanza, puedan convertirse en sabios. Prefieren buscar conocimientos lejanos y ansiar cosas en el espacio, imágenes de budas, luz, incienso y colores. Caen en la falsedad y pierden sus mentes en la locura.