Si no te elevarás por encima de las cosas de este mundo, ellas se elevarán por encima de ti.

Cuando la gente fue a Cristo acusando a una persona de hacer el mal, el Maestro no podía pensar en otra cosa que en el perdón. Porque no veía en el malhechor lo que los demás veían. Distinguir entre el bien y el mal no es tarea de una mente ordinaria, y lo curioso es que cuanto más ignorante es una persona, más dispuesta está a hacerlo.

En un asunto pequeño o en un asunto grande, primero consulta contigo mismo y descubre si hay algún conflicto en tu propio ser sobre algo que quieras hacer. Y cuando no encuentres conflicto allí, entonces ten la certeza de que un camino ya está hecho para ti. Solo debes abrir los ojos y dar un paso adelante, y el otro paso será guiado por Dios.

¿Cómo puedes ser aquello que posees? No puedes ser el caballo y el jinete al mismo tiempo. Aquí radica el secreto de la mortalidad y la inmortalidad.

Llevas todos los ingredientes para convertir tu existencia en alegría. ¡Mezclalos, mézclalos!

Las cosas aparecen diferentes desde cada plano desde el cual las miras, y cuando una persona que está de pie en tierra plana le pregunta a una persona que está en la cima de una montaña: "¿Tú también crees en algo?", la persona no puede decir mucho. El preguntador debe subir a la cima de la montaña y ver. No puede haber conexión de conversación entre ellos hasta ese momento.

Uno debe decir siempre cada palabra con consideración y no decir lo que no desea que suceda. Aquellos que no entienden el valor de la sugerencia caminan tras su propio destino con un látigo en la mano, y aquellos que entienden su valor, controlan sus palabras y las usan correctamente, son una bendición para sí mismos y una fuente de felicidad para los demás.

El mayor defecto del día es la ausencia de quietud.

En los ojos de un vidente, cada hoja de un árbol es una página del Libro Sagrado y contiene revelación divina.

Estate contento con lo que posees en la vida; agradece lo que no te pertenece, porque te da menos preocupaciones; pero intenta obtener lo que necesitas, y aprovecha al máximo cada momento de tu vida.

Dios rompe el corazón una y otra vez hasta que se queda abierto.

Las almas de todos provienen de una misma fuente, pero una alma que está desvelada brilla. El amor y la luz vienen continuamente de tales almas. No necesitamos pruebas de ello, porque está vivo, todo lo demás está muerto en comparación.

El mundo está evolucionando de la imperfección a la perfección. Necesita todo el amor y simpatía; se requiere gran ternura y vigilancia de cada uno de nosotros.

Párate firme en la vida como una roca en el mar, inmune e inmóvil ante sus olas siempre crecientes.

El sonido es la fuerza de la creación, el verdadero todo. La música entonces se convierte en la voz de la gran unidad cósmica y, por lo tanto, en el camino óptimo para alcanzar este estado final de sanación.

Lo que realmente uno desea es atraído por uno, y uno es atraído por lo que desea.

El sonido divino es la causa de toda manifestación. El que conoce el misterio del sonido conoce el misterio de todo el universo.

En términos sufíes, la trituración del ego se llama Nafs Kushi. ¿Y cómo lo trituramos? Lo trituramos al a veces reprendernos a nosotros mismos. Cuando el "yo" dice: "Oh no, no debo ser tratado de esta manera", entonces decimos: "¿Qué importa?". Cuando el "yo" dice: "Él debió haber hecho esto, ella debió haber dicho aquello", decimos: "¿Qué importa, de esta manera o de esa manera? Cada persona es lo que es; no puedes cambiarlo, pero puedes cambiarte a ti mismo". Eso es la trituración. ... Es solo de esta manera que podemos triturar nuestro ego.

Cuando abro mis ojos al mundo exterior, me siento como una gota en el mar. Pero cuando cierro los ojos y miro hacia adentro, veo todo el universo como una burbuja elevada en el océano de mi corazón.

El alma de todos es una sola alma y la verdad es una sola verdad, bajo cualquier religión que esté oculta.

El sufismo no es una religión ni una filosofía, no es deísmo ni ateísmo, ni es una moral, ni un tipo especial de misticismo, siendo libre del sectarismo religioso habitual. Si alguna vez pudiera ser llamado una religión, sería solo como una religión de amor, armonía y belleza.

Consciente o inconscientemente, todo ser es capaz de curarse a sí mismo o a los demás.

El que sinceramente busca su verdadero propósito en la vida es él mismo buscado por ese propósito. Al concentrarse en esa búsqueda, una luz comienza a despejar su confusión, llámalo revelación, llámalo inspiración, llámalo como quieras. Es la desconfianza la que engaña. La sinceridad lleva directamente al objetivo.