No siempre vemos las cosas que están más cerca de nosotros. Pasamos por riquezas que están al alcance y perseguimos arcoíris.

Si tienes una mente fuerte y plantas en ella una firme resolución, puedes cambiar tu destino.

Una vida suave no es una vida victoriosa.

La meditación es como abrazarnos a nosotros mismos, ponernos en contacto con esa asombrosa realidad en nuestro interior. Al meditar sentimos una profunda sensación de intimidad con Dios, un amor que es inexplicable.

El éxito debe medirse con la vara de la felicidad; por tu capacidad para permanecer en armonía pacífica con las leyes cósmicas.

La visualización correcta mediante el ejercicio de la concentración y la fuerza de voluntad nos permite materializar pensamientos, no solo como sueños o visiones en el ámbito mental, sino también como experiencias en el ámbito material.

¿Por qué perdonar a quien te hace daño? Porque si respondes con ira, malinterpreta tu propia naturaleza divina del alma: no eres mejor que tu agresor. Pero si manifiestas fuerza espiritual, serás bendecido, y el poder de tu comportamiento justo también ayudará a la otra persona a superar su malentendido.

De la alegría vine, por la alegría vivo, en la sagrada alegría me derrito.

No temas nada. No odies a nadie, da amor a todos, siente el amor de Dios, ve Su presencia en todos, y ten un solo deseo: Su constante presencia en el templo de tu conciencia - esa es la manera de vivir en este mundo.

Así como Dios habló con Arjuna, así hablará contigo. Así como levantó el espíritu y la conciencia de Arjuna, así te elevará a ti. Así como otorgó a Arjuna la visión espiritual suprema, así te otorgará la iluminación.

Mientras creamos en lo más profundo de nuestro ser que nuestra capacidad es limitada y nos sentimos ansiosos e infelices, nos falta fe. Quien verdaderamente confía en Dios no tiene derecho a preocuparse por nada.

A través de la autorrealización, el hombre se da cuenta de los verdaderos valores respecto a su lugar en el plan divino y su relación con el pasado, presente y futuro de la humanidad.

Cada mañana ofrezco mi cuerpo, mi mente y cualquier habilidad que posea, para ser usado por Ti, oh creador infinito, de la manera en que Tú elijas expresarte a través de mí. Sé que todo trabajo es Tu trabajo y que ninguna tarea es demasiado difícil o demasiado humilde cuando se ofrece a Ti en servicio amoroso.

Sé amable con los demás, para que puedas aprender el arte secreto de ser amable contigo mismo.

El pensamiento es la energía primaria y la vibración que emanó de Dios y es, por lo tanto, el creador de la vida, electrones, átomos y todas las formas de energía.

La medicina tiene sus limitaciones, pero la Fuerza de la Vida no tiene ninguna.

Lo que pierdes en el mundo no será una pérdida para tu alma.

Cámbiate a ti mismo y habrás hecho tu parte en cambiar el mundo.

La quietud es el altar del espíritu.

La auto-realización puede ser, y a veces es, alcanzada incluso por personas que luchan con cuerpos enfermos y de alguna manera imperfectos; pero no se puede alcanzar a menos que uno pueda concentrarse y meditar sin interrupciones sobre Dios.

La calma es el aliento viviente de la inmortalidad de Dios en ti.

Meditemos hasta que percibamos al Cristo Infinito reinando en nuestros propios corazones. Aprendamos a amar a aquellos que no nos aman y a perdonar a quienes nos hacen mal. Rompamos todas nuestras barreras mentales de color, credo y nacionalidad, y recibamos a todos, incluso a nuestros hermanos inanimados y animales, en los interminables y acogedores brazos de nuestra Conciencia Crística. Esta será una verdadera y adecuada celebración de la llegada de Jesucristo a esta tierra.

El amor no puede ser obtenido por pedido; solo viene como un regalo del corazón de otro.