La medida de tu éxito será la medida de tu generosidad.

Es responsabilidad de los pastores animar, también mediante su testimonio personal, la práctica de la adoración eucarística, y la exposición del Santísimo Sacramento en particular, así como la oración de adoración ante Cristo presente bajo las especies eucarísticas.

La seriedad de la degradación ecológica pone al descubierto la profundidad de la crisis moral del hombre... La simplicidad, la moderación y la disciplina, así como el espíritu de sacrificio, deben convertirse en parte de la vida cotidiana.

América, eres hermosa... y bendita... La última prueba de tu grandeza es la forma en que tratas a cada ser humano, pero especialmente a los más débiles y más indefensos. Si quieres justicia igual para todos y verdadera libertad y paz duradera, entonces, América, defiende la vida.

El compromiso esencial y, sobre todo, la gracia visible y fuente de fuerza sobrenatural para la Iglesia como Pueblo de Dios es perseverar y avanzar constantemente en la vida eucarística y la piedad eucarística, y desarrollarse espiritualmente en el clima de la Eucaristía.

Sería triste que las convicciones religiosas y morales sobre las cuales se fundó el experimento americano pudieran ahora considerarse un peligro para la sociedad libre.

El mundo diseñado por Dios no puede ser un mundo en el que algunos acumulen riqueza desmedida en sus manos, mientras que otros sufran la privación y la pobreza, y mueran de hambre. El amor debe inspirar la justicia y la lucha por la justicia.

En Cristo y por Cristo, el hombre ha adquirido plena conciencia de su dignidad, de las alturas a las que ha sido elevado, del valor incomparable de su propia humanidad y del sentido de su existencia.

No tengáis miedo. No os conforméis con la mediocridad. Lanzad las redes en lo profundo y haced una pesca abundante.

Señor Jesús, que en la Eucaristía haces tu morada entre nosotros y te conviertes en nuestro compañero de viaje, sustenta a nuestras comunidades cristianas para que sean cada vez más abiertas a escuchar y aceptar tu Palabra. Que saquen de la Eucaristía un compromiso renovado para difundir en la sociedad, por la proclamación de tu Evangelio, los signos y las obras de una caridad atenta y activa.

¿No está Jesús señalando a los niños como modelos para los adultos?

Nuestro contrato con la naturaleza tiene un profundo poder restaurador; la contemplación de su magnificencia imparte paz y serenidad.

Dios desea apasionadamente y anhela ardientemente nuestra salvación... Nada es más grande que esto: que la sangre de Dios se derramó por nosotros.

Ante nuestros ojos tenemos los resultados de ideologías como el marxismo, el nazismo y el fascismo, y también de mitos como la superioridad racial, el nacionalismo y el exclusivismo étnico. No menos perniciosos, aunque no siempre tan obvios, son los efectos del consumismo materialista, en el que la exaltación del individuo y la satisfacción egoísta de las aspiraciones personales se convierten en el objetivo final de la vida. En esta perspectiva, los efectos negativos sobre los demás se consideran completamente irrelevantes.

La tierra no seguirá ofreciendo su cosecha, excepto con una fiel administración. No podemos decir que amamos la tierra y luego tomar medidas para destruirla para su uso por las futuras generaciones.

Las manos son el paisaje del corazón.

Si deseas ser hermanos, deja tus armas.

Hay muchos ejemplos de esta idea errónea de libertad, como la eliminación de la vida humana mediante el aborto legalizado o generalmente aceptado.

El derecho legítimo de una persona es ser tratada como un objeto de amor, no como un objeto de uso.

En el sacrificio que Jesús Cristo hace de Sí mismo en la Cruz por Su esposa, la Iglesia... se revela completamente ese plan que Dios ha impreso en la humanidad del hombre y de la mujer desde su creación.

Comenzamos imaginando que les damos algo; terminamos dándonos cuenta de que ellos nos han enriquecido.

La enfermedad de un miembro de la familia, amigo o vecino es un llamado a los cristianos a demostrar verdadera compasión, ese compartir suave y perseverante en el dolor del otro.

La verdadera vida no se encuentra en uno mismo ni en las cosas. Se encuentra en Alguien más, en Aquél que creó todo lo que es bueno, verdadero y bello en el mundo. La verdadera vida se encuentra en Dios y descubres a Dios en la persona de Jesucristo.