Cada aspirante debe ser un soldado divino. Debe usar su energía divina conscientemente y constantemente para taladrarse a sí mismo hacia un alma liberada.

Seguir a la multitud es perder el destino.

La falta de armonía llega cuando siento que sé hacer algo mejor que tú. La falta de armonía es la canción y el baile de la superioridad. Debido a que todos se sienten superiores, la disharmonía entra en nuestras vidas en cada momento.

La naturaleza misma de la bondad es extenderse. Si eres amable con los demás, hoy ellos serán amables contigo, y mañana con alguien más.

El problema con encontrar fallas es que quien encuentra fallas en los demás no es una persona feliz ni siquiera después de haber logrado su tarea con éxito.

No el poder de conquistar a otros, sino el poder de hacerse uno con otros es el poder supremo.

Un hombre espiritual debe ser un hombre normal, un hombre sano. Dios mismo es normal; no está loco. Para alcanzar a Dios, una persona espiritual tiene que ser divinamente práctica en sus actividades diarias. La espiritualidad no niega la vida exterior. Pero debemos saber que la vida exterior no significa la vida animal. La vida exterior debe ser la manifestación de la vida divina dentro de nosotros.

Si quieres simplificar tu vida, la meditación es la respuesta. Si quieres cumplir tu vida, la meditación es la respuesta. Si quieres tener alegría y ofrecer alegría al mundo en general, entonces la meditación es la única respuesta.

La gratitud no es solo una palabra; no es solo un concepto. Es el aliento viviente de tu verdadera existencia en la tierra.

Si vivimos en nuestro corazón de unidad, sentiremos la esencia de todas las religiones, que es el amor de Dios. El perdón, la compasión, la tolerancia, la fraternidad y el sentimiento de unidad son los signos de una verdadera religión.

La espiritualidad es la ciencia que nos enseña cómo alcanzar la paz mental y la satisfacción suprema. Ahora estamos deseando muchas cosas, pero nada de lo que conseguimos nos satisface. La espiritualidad nos dice que la satisfacción solo se puede encontrar si llevamos una vida buena y divina, una vida de simplicidad, pureza y humildad.

Sirvamos al mundo con el alma. El pago que recibiremos por nuestro servicio será en la moneda de la gratitud, la gratitud de Dios, la única gratitud de Dios.

La meditación es aceptación. Es la aceptación de la vida dentro de nosotros, fuera de nosotros y a nuestro alrededor. La aceptación de la vida es el comienzo de la satisfacción humana.

Solo dos milagros valen la pena ver: el milagro de amar y el milagro de perdonar.

Tu corazón debe convertirse en un mar de amor. Tu mente debe convertirse en un río de desapego.

La conciencia es la chispa interna o el vínculo interno en nosotros, el vínculo dorado dentro de nosotros que conecta nuestra parte más alta y más iluminada con nuestra parte más baja y menos iluminada. La conciencia es el vínculo entre el Cielo y la tierra.

¿Qué es la meditación? La meditación es nuestra conciencia consciente de algo vasto e infinito dentro de nosotros. La meditación nos otorga Paz, Luz y Bienaventuranza.

Mi corazón solo necesita una cosa. Necesita ser guiado por el antiguo camino de la autoconciencia floreciente de la vida.

Si tienes verdadera gratitud, se expresará automáticamente. Será visible en tus ojos, alrededor de tu ser, en tu aura. Es como la fragancia de una flor. En la mayoría de los casos, si hay una flor hermosa, la fragancia estará allí de forma natural. La flor y su fragancia no pueden separarse.

Un buscador sincero sabe cuál es su meta: la Verdad más alta. No retrasará su viaje. En la vida espiritual, aspiramos a la Verdad más alta, a Dios, nada más.

La paz la logramos cuando no esperamos nada del mundo, sino solo damos, damos y damos incondicionalmente lo que tenemos y lo que somos.

El amor es algo que nunca se preocupó por aprender a juzgar a nadie.

La verdadera alegría interior es auto-creada. No depende de ninguna circunstancia externa. Un río fluye dentro y a través de ti llevando el mensaje de la alegría. Esta alegría divina es el único propósito de la vida.