Sé ligero. Sonríe. Suelta. Aprende la tendencia de soltar y sonreír y sigue adelante.

Pocos cruzan el río. La mayoría está varada en este lado. En la orilla del río corren arriba y abajo. Pero el hombre sabio, siguiendo el camino, lo cruza, más allá del alcance de la muerte. Deja el camino oscuro por el camino de la luz.

Tu corazón es la luz de este mundo. No lo cubras con tu mente.

La luz interior proviene en realidad del alma; ya está dentro de nosotros. En el momento en que podamos tener acceso libre a nuestra alma, veremos que esta luz sale a la luz para impregnar toda nuestra existencia externa.

La rendición total es el método más alto y fácil para la iluminación. Quien se ha rendido siempre está protegido por el poder divino. Quien no posee nada y no tiene a nadie que lo proteja pertenece a Dios y está constantemente bajo la protección de lo Divino.

Una idea enciende mil velas.

Hay un límite para todo. No puedes cargar toneladas y toneladas de plumas de pavo real en un carro considerando su ligereza. Si lo haces, dañarás el eje del carro.

Aunque no tenemos comunicaciones escritas reales del mundo de la vacuidad, tenemos algunas pistas o sugerencias sobre lo que está sucediendo en ese mundo, y eso es, podrías decir, iluminación. Cuando ves flores de ciruelo o escuchas el sonido de una pequeña piedra golpeando el bambú, eso es una carta del mundo de la vacuidad.

Creo que la seriedad es una máscara de la autoimportancia y la autoimportancia, a su vez, es una máscara para la autocompasión. Así que, si realmente vas a seguir un camino espiritual de vida en el mundo, debes ser ligero y despreocupado, tener sentido del humor, ser capaz de tolerar la ambigüedad y abrazar la incertidumbre, y ser perdonador contigo mismo y con los demás.

Llenar la mente consciente con concepciones ideales es una característica de la teosofía occidental, pero no la confrontación con la Sombra y el mundo de las tinieblas. Uno no se ilumina imaginando figuras de luz, sino haciendo consciente la oscuridad. Sin embargo, este último procedimiento es desagradable y por lo tanto no es popular.

A la luz de la conciencia, todo tipo de cosas suceden y no es necesario darles importancia especial a ninguna. La vista de una flor es tan maravillosa como la visión de Dios. Déjalas ser. ¿Por qué recordarlas y luego hacer de la memoria un problema? Sé indiferente hacia ellas; no las dividas en alto y bajo, interior y exterior, duradero y transitorio. Ve más allá, regresa a la fuente, ve hacia el ser que es el mismo sin importar lo que pase.

Es un tipo especial de iluminación tener este sentimiento de que lo usual, la forma en que las cosas normalmente son, es extraña, inquietante y altamente improbable. G.K. Chesterton dijo una vez que una cosa es maravillarse ante una gorgona o un grifo, criaturas que no existen; pero es otra cosa muy distinta y mucho más elevada maravillarse ante un rinoceronte o una jirafa, criaturas que existen y parecen no serlo. Este sentimiento de extrañeza universal incluye una maravillosa e intensa reflexión sobre el sentido de las cosas.

Jugar con diversos enfoques puede deberse a la resistencia a ir hacia adentro, al miedo de tener que abandonar la ilusión de ser algo o alguien en particular. De todos los afectos, el amor hacia uno mismo ocupa el primer lugar. La luz y el amor son impersonales. Cuando no te piensas a ti mismo como esto o aquello, todo conflicto cesa. Cualquier intento de hacer algo con respecto a tus problemas está destinado a fallar, porque lo que es causado por el deseo solo puede deshacerse en la libertad del deseo. No puedes deshacerte de los problemas sin abandonar las ilusiones.

La CREATIVIDAD es cuando tú no estás, porque la creatividad es la fragancia del creador. Es la presencia de Dios en ti. La creatividad pertenece al creador, no a ti. Ningún ser humano puede ser creativo. Sí, el hombre puede componer, construir, pero nunca puede ser un creador. Cuando el hombre desaparece, cuando el hombre se vuelve completamente ausente, un nuevo tipo de presencia entra en su ser: la presencia de Dios. Entonces hay creatividad. Cuando Dios está dentro de ti, Su luz que empieza a caer alrededor de ti es creatividad. El clima que surge a tu alrededor debido a la presencia de Dios en ti es creatividad.

En el camino yógico, ocurren diversas experiencias que ayudan a aumentar la fe, el coraje, el conocimiento, el entusiasmo, la devoción hacia su Guru, la devoción hacia el yoga y finalmente su devoción hacia Dios. Inicialmente, el sadhaka gana una comprensión de los chakras inferiores; más tarde, la comprensión de los chakras intermedios; y finalmente, se desarrolla la comprensión de los chakras superiores. Además de esto, la comprensión de varias asanas (posturas), mudras (gestos), pranayama (control de la respiración), pratyahara (retirada de los objetos sensoriales) y jyoti darshana (visión de la luz divina) se puede acceder a través de la experiencia. Así, la práctica del yoga en sí misma despliega el conocimiento de estados más avanzados de yoga.

Él los ha elegido de una manera misteriosa pero real, para hacerlos salvadores con Él y como Él. Sí, Cristo los llama, pero los llama en verdad. Su llamado es exigente, porque los invita a dejarse "capturar" completamente por Él, para que toda su vida sea vista bajo una luz diferente.

Hay un intenso deleite en abandonar los estados mentales defectuosos y cultivar los útiles en la meditación.

Estamos siendo entrenados a través de nuestras encarnaciones: entrenados para buscar el amor, entrenados para buscar la luz, entrenados para ver la gracia en el sufrimiento.

La fe induce a orar. La oración purifica el corazón. En el corazón purificado se refleja la luz del Señor. Cuando la luz brilla, el mortal se convierte en inmortal.

Estrictamente hablando, no existe tal cosa como una persona iluminada. Solo existe actividad iluminada.

Lo que hay que hacer es concentrarse en el que ve, no en lo visto, no en los objetos, sino en la Luz que los revela.

El inconsciente no es solo malvado por naturaleza, también es la fuente del bien más alto: no solo oscuro, sino también luminoso, no solo bestial, semi-humano y demoníaco, sino también sobrehumano, espiritual y, en el sentido clásico de la palabra, "divino".

Después de la iluminación, la lavandería.