La meditación aplica los frenos a la mente.

Para liberarte de la ignorancia necesitas conocimiento. La mente debe volverse hacia adentro. El silencio lleva la mente hacia adentro y te ayuda a reconocer quién eres.

Casado o no casado, no importa. Si tu mente es pura, alcanzarás la realización de Dios.

Por la mente uno está atado; por la mente uno se libera. ... El que afirma con firme convicción: "No estoy atado, estoy libre", se vuelve libre.

Así como un micrófono roto no puede transmitir un mensaje, una mente inquieta no puede transmitir oraciones a Dios.

Cuando volvemos la mente hacia adentro, Dios se manifiesta como la conciencia interior.

Una mente activa necesita una salida. Si se detiene por sí sola desde dentro, está bien, de lo contrario no debe tratarse de detenerla por la fuerza.

La vida de acción no necesita ser renunciada. Si meditas una o dos horas al día, podrás continuar con tus deberes. Si meditas de la manera correcta, la corriente de la mente inducida continuará fluyendo incluso en medio de tu trabajo.

Para cada persona, nuestro Señor y Maestro provee sustento. ¿Por qué tienes miedo, Oh mente? Los flamencos vuelan cientos de millas, dejando atrás a sus crías. ¿Quién los alimenta y quién les enseña a alimentarse? ¿Alguna vez lo has pensado en tu mente?

Si piensas que tu cuerpo y mente son dos, eso está mal; si piensas que son uno, también está mal. Nuestro cuerpo y mente son tanto dos como uno.

Si la mente dejara de medirse contra el héroe, lo perfecto, lo glorioso y todo eso, sería lo que es.

La mente es como el viento. Estás tratando de detener el viento, vestido como una cometa. ¿Cómo vas a hacerlo?

No dejes que tu mente vea a través de tus ojos.

Ya sea que temamos al dolor y al sufrimiento o no, el dolor y el sufrimiento llegarán a todos. ¿Por qué no mantener nuestra mente enfocada en a dónde queremos ir?

Tu mente tiene un torrente de preguntas. Solo hay un maestro que puede responderlas. ¿Quién es ese maestro? Tu corazón que ama el silencio.

La mente debe estar vacía para ver claramente.

La tierra no labrada, por rica que sea, producirá cardos y espinas; así también la mente del hombre.

Una de las funciones del pensamiento es estar ocupado todo el tiempo con algo. La mayoría de nosotros queremos tener nuestras mentes continuamente ocupadas para evitar vernos como realmente somos. Tenemos miedo de estar vacíos. Tenemos miedo de mirar nuestros miedos.

Para la mente que está tranquila, todo el universo se rinde.

En la obediencia siempre hay miedo, y el miedo oscurece la mente.

Dado que la meditación ofrece relajación, ayuda a eliminar todas las tensiones, estrés y presiones de la mente. Un rayo de esperanza brilla en la mente desesperada y se vuelve tolerante y comedida. En resumen, se puede decir que la mente obtiene vigor renovado o nueva vida a través de la práctica de la meditación.

La percepción es un espejo, no un hecho. Y lo que veo es mi estado mental, reflejado hacia afuera.

María escuchó la palabra de Dios y la guardó, y por eso está bendita. Guardó la verdad de Dios en su mente, algo más noble que cargar con su cuerpo en su seno.