Toma una actitud amigable hacia tus pensamientos.

La compasión te invita automáticamente a relacionarte con las personas porque ya no las consideras una carga para tu energía.

La creatividad de las personas está muy viva, pero cuando les pagan por su creatividad, a menudo experimentan eso como bastante sin sentido. El dinero como recompensa por su proceso creativo es muy unidimensional, una gran decepción.

¡El caos debe ser considerado como una noticia extremadamente buena!

Podríamos decir que la compasión es la actitud última de la riqueza: una actitud contra la pobreza, una guerra contra la carencia. Contiene todo tipo de cualidades heroicas, sabrosas, positivas, visionarias y expansivas. E implica pensar a gran escala, una forma más libre y expansiva de relacionarse con uno mismo y con el mundo.

La práctica de la meditación se considera una buena y, de hecho, excelente manera de superar la guerra en el mundo; nuestra propia guerra y la guerra mayor.

Debemos dar el primer paso nosotros mismos en lugar de esperar que provenga del mundo fenomenal o de otras personas. Si estamos meditando en casa y vivimos en el medio de una calle principal, no podemos detener el tráfico solo porque queremos paz y tranquilidad. Pero podemos detenernos a nosotros mismos, podemos aceptar el ruido. El ruido también contiene silencio. Debemos ponernos en esa situación y no esperar nada del exterior, tal como hizo Buda. Y debemos aceptar cualquier situación que surja.

La decepción resulta de la eliminación de la ilusión.

Mi consejo para ti es que no emprendas el camino espiritual. Es demasiado difícil, demasiado largo y demasiado exigente. Te sugiero que pidas que te devuelvan el dinero y te vayas a casa. Esto no es un picnic. Realmente te pedirá todo de ti. Así que lo mejor es no comenzar. Sin embargo, si decides comenzar, lo mejor es terminar.

La situación pasada acaba de ocurrir y la situación futura aún no se ha manifestado, por lo que existe una brecha entre las dos. Básicamente, esta es la experiencia del bardo (la vida entre vidas).

El artista tiene un poder tremendo para cambiar el mundo.

Si realmente preferimos la cordura básica o la iluminación, es irritantemente posible lograrlo.

En última instancia, esa es la definición de valentía: no tener miedo de uno mismo.

El problema con los occidentales es que quieren ser testigos de su propia iluminación.

Estoy solo y mi viaje espiritual es mi experiencia. Esta es la verdadera experiencia de libertad e independencia. Luego comenzamos a ver que estar solo es algo muy hermoso. Nadie está obstruyendo nuestra visión. Tenemos visión panorámica completa.

Es más fácil ponerse un par de zapatos que envolver la tierra en cuero.

Decimos que el sol está detrás de las nubes, pero en realidad no es el sol, sino la ciudad desde la que lo observamos la que está detrás de las nubes. Si nos diéramos cuenta de que el sol nunca está detrás de las nubes, podríamos tener una actitud diferente hacia todo esto.

El desafío del guerrero es salir del capullo, salir al espacio, siendo valiente y al mismo tiempo suave.

De hecho, una persona siempre descubre cuando comienza a practicar la meditación que todo tipo de problemas salen a la luz. Cualquier aspecto oculto de tu personalidad sale al descubierto, por la simple razón de que por primera vez te permites ver tu estado mental tal como es.

Si vamos a algún lugar a pie, conocemos el camino perfectamente, mientras que si vamos en coche o avión, casi no llegamos en absoluto. Se convierte en un sueño.

El objetivo no es convertir a nadie a nuestra visión, sino ayudar a las personas a despertar a su propia visión, a su propia cordura.

No es necesario luchar por ser libre; la ausencia de lucha es en sí misma libertad.

Cuando hablamos de compasión hablamos de ser amables. Pero la compasión no es tanto ser amable; es ser creativo [lo suficiente] para despertar a una persona.