Estamos revisando algunas traducciones.
Gracias por tu comprensión.
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¿De qué sirve que Cristo haya nacido hace [2,000] años si no ha nacido ahora en tu corazón?
Sobre todo, sabe esto: está siempre preparado para los dones de Dios y siempre dispuesto a recibir nuevos. Porque Dios está mil veces más dispuesto a dar que nosotros a recibir.
Todo lo que Dios te pide con más urgencia es salir de ti mismo... y dejar que Dios sea Dios en ti.
Lo que un hombre toma por contemplación, eso derrama en amor.
Estar lleno de cosas es estar vacío de Dios; estar vacío de cosas es estar lleno de Dios.
Entre Dios y yo no hay "entre".
Todo está lleno y puro en su fuente y precisamente allí, no afuera.
Dios está igualmente cerca en todas las criaturas.
No hay mayor valor ni lucha más dura. Quien quiera ser lo que debe ser debe dejar de ser lo que es.
Jesús podría haber dicho: Me convertí en hombre por ti. Si no te conviertes en Dios por mí, me haces daño.
Las palabras derivan su poder de la palabra original.
El hombre se aleja o se acerca, pero Dios nunca se aleja; siempre está cerca, y aunque no pueda quedarse dentro, no va más allá de la puerta.
Piensa más en quién eres y menos en lo que haces, porque si eres justo, tus caminos serán justos.
Para la mente tranquila, todo es posible.
Tengo una capacidad en mi alma para acoger a Dios por completo. Estoy tan seguro como vivo que nada está tan cerca de mí como Dios.
El alma no crece por adición, sino por sustracción.
La semilla de Dios está en nosotros. Si la semilla tuviera un buen, sabio e industrioso cultivador, prosperaría mucho más y crecería hacia Dios, cuyo es el semilla, y el fruto sería igual a la naturaleza de Dios. Ahora, la semilla de un árbol de peras crece en un árbol de peras, la semilla de avellano en un árbol de avellanos, y la semilla de Dios en Dios.
Incluso ahora rara vez se oye hablar de personas que logran grandes cosas, a menos que primero tropiecen en algún aspecto.
La gente debería pensar menos en lo que debe hacer y más en lo que debe ser. Si su ser fuera bueno, sus obras brillarían intensamente. No imagines que puedes basar tu salvación en acciones; debe basarse en lo que eres.
Deja que Dios opere en ti; entrega el trabajo a Él y no te inquietes por si trabaja con la naturaleza o por encima de ella, pues suyos son tanto la naturaleza como la gracia.
Si la única oración que dices en toda tu vida es "gracias", será suficiente.
La sabiduría consiste en hacer lo siguiente que tienes que hacer, hacerlo con todo tu corazón y encontrar deleite al hacerlo.
Hay un gran silencio dentro de cada uno de nosotros que nos invita a él, y la recuperación de nuestro propio silencio puede empezar a enseñarnos el lenguaje del cielo.