Estamos revisando algunas traducciones.
Gracias por tu comprensión.
Estamos revisando algunas traducciones.
Gracias por tu comprensión.
UNO DEBE SER COMPASIVO CON UNO MISMO ANTES DE LA COMPASIÓN EXTERIOR.
Ya sea que consideremos el nivel individual, familiar, local, nacional o internacional, la paz debe surgir de la paz interior. Por ejemplo, hacer oraciones por la paz mientras se sigue albergando ira es inútil. Entrenar la mente y superar la ira es mucho más efectivo que la mera oración. La ira, el odio y los celos nunca resuelven los problemas, solo el afecto, la preocupación y el respeto pueden hacerlo.
El estado de Buda es un estado libre de todas las obstrucciones al conocimiento y las emociones perturbadoras. Es el estado en el que la mente está completamente evolucionada.
Tenemos que tener alguna forma de política. La política es una forma de resolver conflictos. La política que proviene de una motivación sincera es constructiva.
El desacuerdo es algo normal.
Si podemos cultivar una preocupación por los demás, teniendo en cuenta la unidad de la humanidad, podemos construir un mundo más compasivo.
La paz mundial debe desarrollarse desde la paz interior.
Nadie puede permitirse asumir que otra persona resolverá sus problemas.
Hoy en día, nos enfrentamos a una gran brecha entre ricos y pobres. Esto no solo es moralmente incorrecto, sino prácticamente un error. Hace que los ricos vivan con ansiedad y los pobres con frustración, lo que puede llevar a más violencia. Tenemos que trabajar para reducir esta brecha. Es verdaderamente injusto que algunas personas tengan tanto mientras otras pasan hambre.
Los tres tipos de miseria son la miseria del sufrimiento, la miseria del cambio y la miseria generalizada.
La compasión debe ser imparcial y basada en el reconocimiento de que los demás tienen el derecho a la felicidad, al igual que tú.
El sentido de la vida es la felicidad.
Demasiada actitud egoísta crea desconfianza y sospecha en los demás, lo que a su vez puede llevar al miedo. Pero si tienes una mente más abierta y cultivas un sentido de preocupación por el bienestar de los demás, entonces, sin importar las actitudes de los demás, puedes mantener tu paz interior.
La compasión es preocupación por el bienestar de los demás.
La paz en el mundo depende de la paz en los corazones de las personas; esto depende de que cada uno de nosotros practique la ética disciplinando nuestros pensamientos y emociones negativas y desarrollando cualidades espirituales básicas.
La responsabilidad no solo recae en los líderes de nuestros países o en aquellos que han sido designados o elegidos para hacer un trabajo particular. Recae en cada uno de nosotros individualmente.
La guerra está desfasada, obsoleta.
Aunque no siempre puedas evitar situaciones difíciles, puedes modificar el grado en que sufrirás según cómo elijas responder a la situación.
Nuestro propósito en la vida es ser felices. Desde lo más profundo de nuestro ser, simplemente deseamos satisfacción.
El mismo Buda enseñó diferentes enseñanzas a diferentes personas en diferentes circunstancias. Para algunas personas, hay creencias basadas en un Creador. Para otros, no hay Creador. La única "verdad definitiva" para el budismo es la negación absoluta de cualquier verdad como la Verdad Definitiva.
El enemigo es un muy buen maestro.
Cada ser, incluso aquellos que son hostiles a nosotros, tiene el mismo miedo al sufrimiento que nosotros y busca la felicidad de la misma manera en que nosotros lo hacemos. Cada persona tiene el mismo derecho que nosotros a ser feliz y no sufrir. Así que cuidemos a los demás con todo nuestro corazón, tanto a nuestros amigos como a nuestros enemigos. Esta es la base de la verdadera compasión.
Nada surge sin una causa y cuando se crean todas las condiciones, no hay nada que pueda prevenir la consecuencia.