No es el cuerpo lo que la gente ama, sino el alma. El cuerpo es un vehículo temporal. Sin el alma, el cuerpo es como un coche sin conductor. Yo veo a través de mis ojos, huelo a través de mi nariz, saboreo a través de mi lengua, escucho a través de mis oídos, siento a través de mi piel, pienso a través de mi cerebro y amo a través de mi corazón. Pero ¿quién soy yo? ¿Quién es el testigo, el disfrutador y el que sufre que activa mi cuerpo?

Cuando sabemos que no sabemos nada, significa que sabemos algo, pero cuando sabemos que sabemos algo, significa que no sabemos nada. Esta es la geometría espiritual.

Cada acción en el servicio de Krishna se considera inacción y no está sujeta al karma.

Cada momento es perfecto y sagrado, y un poder divino lo ha diseñado de alguna manera imperceptible y lo ha tejido en nuestro intrincado tapiz de vida para nuestro progreso espiritual.

El amor es la forma más satisfactoria de controlar la mente... Bhakti nos hace de mente unificada cuando despierta nuestro espíritu innato de amor.

Si una persona espiritual tiene amor, paz, autocontrol y compasión, podemos entender que está realmente conectada correctamente a sus raíces...

A veces el río fluye muy fuerte, a veces fluye muy débilmente, pero eso no hace diferencia para el océano, porque está satisfecho consigo mismo con su propia cantidad de agua. De manera similar, cuando nuestro corazón es limpiado con la espiritualidad, encontramos un placer y éxtasis con nuestro propio ser que es tan dulce, tan maravilloso y tan satisfactorio que los llamados placeres de este mundo ya no tienen ningún valor, ninguna atracción.

Cuando escuchamos un discurso espiritual, podemos sentir que ya lo sabemos, pero cuando llega la aplicación, lo olvidamos. Por lo tanto, es muy importante practicar la espiritualidad para la aplicación práctica del conocimiento espiritual.

No hay solución para la preocupación excepto encontrar la paz, el amor y la compasión en nosotros mismos y ser instrumentos de esa compasión conectándonos con esa fuente que armoniza todo.

El amor de Dios dentro de nuestro corazón no es nuestra propiedad; es propiedad de Srimati Radharani. Solo puede ser despertado por Su gracia. Debe ser dirigido hacia Krishna. Cuando se dirige hacia Krishna, se expande a todo el universo, es decir, amas cada parte y parcela de Krishna.

Un devoto se complace cuando ve a otros recibir la misericordia del maestro espiritual y del Señor. Nunca siente envidia de nadie.

Según los grandes santos de todas las tradiciones, una definición del amor es la capacidad de perdonar sin fin...

Para el alma imperecedera, esta vida es solo un solo punto de lápiz en una larga línea de muchas vidas.

Puede que tengas todo tipo de placeres, pero un solo dolor. Y ese solo dolor se convierte en lo más prominente.

El amor real significa servicio dedicado al bienestar de otra persona, incluso si esa persona es enemiga nuestra.

Siempre que nos conocemos espiritualmente, también conocemos a los demás, los conocemos en su esencia espiritual, y entonces nuestras relaciones son profundas, eternas e ilimitadamente significativas.

Toda esta existencia material es solo una serie de efectos especiales para finalmente despertarnos.

Krishna solo está decorado por el amor de Sus devotos y, de manera similar, para los devotos, su única decoración es su corazón lleno de amor por Krishna.

Si nuestros deseos, palabras y acciones se ofrecen en el espíritu de servicio al Supremo Señor Sri Krishna, entonces Krishna responderá personalmente con Su amor.

Esencialmente, el ser vivo dentro de la existencia material tiene dos opciones. Ser una marioneta de maya en los hilos de los tres modos de la naturaleza material o ser una marioneta de Krishna en los hilos de Su amor y compasión.

La misericordia del Supremo es infinitamente más fuerte que nuestros egos, inseguridades y tendencias autodestructivas, por lo que no es ni útil ni saludable castigarnos excesivamente por nuestras deficiencias.

Debemos entender que este deseo de ser el controlador, el disfrute y el propietario, es el veneno de la serpiente de la ilusión. Mata nuestra inclinación al servicio amoroso del Señor Supremo.

Debemos dejar que la luna llena de la presencia de Dios brille en nuestros corazones para disipar la oscuridad y limpiar las nubes de la ignorancia. Cuando percibimos todos los seres vivos como brillantes estrellas iluminantes y a Dios como la luna llena, entonces la verdadera belleza y el amor se manifiestan en nuestras vidas.