El día en que el hombre descubra que nunca realmente muere; que su alma persiste más allá de la muerte; no tendrá más miedo de la muerte.

El cuerpo está sujeto a la ley del crecimiento y la decadencia, lo que crece debe necesariamente decaer.

Es el mundo subjetivo el que gobierna el objetivo. Cambia el sujeto y el objeto cambiará; purifícate y el mundo se purificará.

Para hacer una gran India en el futuro, todo el secreto está en la organización, la acumulación de poder y la coordinación de las voluntades.

El hombre nunca muere, ni nunca nace; los cuerpos mueren, pero él nunca muere.

Ya sea que te bañes en el Ganges durante mil años o vivas con una dieta vegetariana durante un período similar, si no ayuda hacia la manifestación del Ser, sabe que todo eso no sirve de nada.

Sólo viven aquellos que viven para los demás.

El hombre es el ser más grande que jamás puede ser.

Queremos adorar a un Dios vivo. No he visto nada más que a Dios toda mi vida, ni tú... Él está en todas partes, diciendo: "Yo soy". En el momento en que sientes "Yo soy", eres consciente de la Existencia. ¿Dónde iremos a encontrar a Dios si no podemos verlo en nuestros propios corazones y en cada ser vivo?

Si uno tiene poder, debe manifestarlo en acción.

En el mundo se han hecho dos intentos para fundar la vida social: uno fue sobre la religión y el otro sobre la necesidad social. Uno se basaba en la espiritualidad, el otro en el materialismo; uno en el trascendentalismo, el otro en el realismo.

El deseo puede ser erradicado de raíz al absorber firmemente los cuatro atributos de: Jnana, Atmanishtha, Vairagya, Dharma y la devoción plena a Dios.

Un hombre debe vivir en este mundo como una hoja de loto, que crece en el agua pero nunca se moja con ella; así debe vivir un hombre en el mundo: su corazón hacia Dios y sus manos al trabajo.

El Jivanmukta ('el libre viviente' o el que sabe) es el único capaz de dar amor real, caridad real, verdad real, y es la verdad la que nos hace libres.

Comparado con el cobarde que nunca intentó nada, él es un héroe.

Que cada uno de nosotros rece día y noche por los millones oprimidos que están atrapados por la pobreza, la hechicería sacerdotal y la tiranía. Recemos día y noche por ellos. Me importa más predicarles religión que a los ricos y poderosos.

Los Vedas enseñan que el alma es divina, solo retenida en la esclavitud de la materia; la perfección se alcanzará cuando este vínculo se rompa, y la palabra que usan para ello es, por lo tanto, Mukti: libertad, libertad de los lazos de la imperfección, libertad de la muerte y el sufrimiento.

La educación no consiste en llenar la mente con un montón de hechos. Perfeccionar el instrumento y obtener el dominio completo de mi propia mente [es el ideal de la educación].

Que un hombre baje lo más bajo posible; debe llegar un momento en que, por pura desesperación, tomará una curva ascendente y aprenderá a tener fe en sí mismo.

¿Qué poder es más alto que el poder de la pureza?

La razón misma de la existencia de la naturaleza es la educación del alma; no tiene otro significado.

¡Ay! dice el Vedanta, no es culpa de Dios que exista esta parcialidad, que exista esta competencia. ¿Quién la hace? Nosotros mismos. Hay una nube que derrama su lluvia sobre todos los campos por igual. Pero solo el campo bien cultivado se beneficia del aguacero; otro campo, que no ha sido arado ni cuidado, no puede obtener esa ventaja. No es culpa de la nube.

Estamos atados a la tierra por el deseo y también a Dios, al cielo y a los ángeles. Un esclavo es un esclavo, ya sea ante el hombre, Dios o los ángeles.