Enseña más con obras que con palabras.

Es de gran importancia, cuando comenzamos a practicar la oración, no dejarnos asustar por nuestros propios pensamientos.

La tierra no labrada, por rica que sea, producirá cardos y espinas; así también la mente del hombre.

El amor suscita amor.

No importa lo suave que hablemos, Dios está lo suficientemente cerca para escucharnos.

No seas curioso de asuntos que no te conciernen; nunca hables de ellos ni preguntes sobre ellos.

De devociones tontas y de los santos de rostro amargo, Señor, líbranos.

Bendito sea Él, que vino al mundo con ningún otro propósito que el de sufrir.

Aquellos que realmente arriesgan todo por Dios descubrirán que han perdido todo y ganado todo.

Todas las bendiciones nos llegan a través de nuestro Señor. Él nos enseñará, porque al contemplar Su vida encontramos que Él es el mejor ejemplo.

Tener coraje para todo lo que venga en la vida: todo está en eso.

Cada uno de nosotros tiene un alma, pero olvidamos valorarla. No recordamos que somos criaturas hechas a imagen de Dios. No comprendemos los grandes secretos que están ocultos dentro de nosotros.

Deberíamos avergonzarnos de mostrar tanto resentimiento por lo que se hace o dice contra nosotros, sabiendo que tantas injurias y afrentas se han ofrecido a nuestro Redentor y a los santos.

Si yo tuviera que dar un consejo, les diría a los padres que deben tener mucho cuidado con quién permiten que se mezcle con sus hijos cuando son pequeños, porque de ahí surgen muchos problemas, y nuestras inclinaciones naturales son hacia el mal en lugar de hacia el bien.

El amor hace ligera la labor. El amor solo da valor a todas las cosas.

Mucho más se logra con una sola palabra del Padre Nuestro dicha, de vez en cuando, desde el corazón, que con toda la oración repetida muchas veces apresuradamente y sin atención.

Me parece que hay muchas bendiciones que vienen de la verdadera pobreza y me sentiría triste de ser privado de ellas.

Sé amable con todos y severo contigo mismo.

Se engañan aquellos que creen que la unión con Dios consiste en éxtasis o arrobos, y en el disfrute de Él. Porque consiste en nada excepto en la entrega y sujeción de nuestra voluntad - con nuestros pensamientos, palabras y acciones - a la voluntad de Dios.

Si Cristo Jesús mora en un hombre como su amigo y noble líder, ese hombre puede soportar todas las cosas, porque Cristo nos ayuda y nos fortalece y nunca nos abandona. Él es un verdadero amigo.

¿Cómo es que no morimos de amor al ver que Dios mismo no pudo hacer más que derramar Su sangre divina por nosotros gota a gota? Cuando como hombre se preparaba para la muerte, se hizo nuestro alimento para darnos vida. Dios se convierte en alimento, pan para sus criaturas. ¿No es esto suficiente para morir de amor?

Nada te perturbe; Nada te desanime; Todo pasa; Dios nunca cambia. La paciencia alcanza todo lo que se propone.

Si buscas llevar no otras cruces que aquellas cuyo motivo entiendes, la perfección no es para ti.