Todos somos las hojas de un solo árbol. Todos somos las olas de un solo mar.

Siempre les animo a practicar de una manera que les ayude a regresar a su propia tradición y a reenraizarse. Si tienen éxito en reintegrarse, serán un instrumento importante en la transformación y renovación de su tradición. Cuando respetamos a nuestros ancestros de sangre y a nuestros ancestros espirituales, nos sentimos enraizados. Si encontramos formas de valorar y desarrollar nuestro patrimonio espiritual, evitaremos el tipo de alienación que está destruyendo la sociedad, y nos volveremos completos nuevamente. ... Aprender a tocar profundamente las joyas de nuestra propia tradición nos permitirá entender y apreciar los valores de otras tradiciones, y esto beneficiará a todos.

Gracias a tu sonrisa, haces la vida más hermosa.

Una verdadera carta de amor está hecha de perspicacia, comprensión y compasión. De lo contrario, no es una carta de amor. Una verdadera carta de amor puede producir una transformación en la otra persona, y por lo tanto en el mundo. Pero antes de producir una transformación en la otra persona, tiene que producir una transformación dentro de nosotros. Algunas cartas pueden tardar toda nuestra vida en escribirse.

En el verdadero diálogo, ambas partes están dispuestas a cambiar.

Si en nuestro corazón todavía nos aferramos a algo: ira, ansiedad o posesiones, no podemos ser libres.

Ahora veo que si uno no sabe cómo morir, difícilmente puede saber cómo vivir, porque la muerte es parte de la vida.

La calidad de nuestra vida depende de las semillas que regamos en nuestra conciencia.

Si nuestro amor es solo una voluntad de poseer, no es amor.

Los sentimientos van y vienen como nubes en un cielo ventoso. La respiración consciente es mi ancla.

Al inhalar, calmo cuerpo y mente. Al exhalar, sonrío. Viviendo en el momento presente, sé que este es el único momento.

La gente usualmente considera caminar sobre el agua o en el aire delgado un milagro. Pero creo que el verdadero milagro no es caminar sobre el agua ni en el aire delgado, sino caminar sobre la tierra. Cada día estamos comprometidos en un milagro que ni siquiera reconocemos: un cielo azul, nubes blancas, hojas verdes, los ojos negros y curiosos de un niño: nuestros propios dos ojos. Todo es un milagro.

La única manera de aliviar nuestro miedo y ser verdaderamente felices es reconocer nuestro miedo y mirar profundamente su fuente. En lugar de tratar de escapar de nuestro miedo, podemos invitarlo a nuestra conciencia y mirarlo clara y profundamente.

Todo puede comenzar contigo. Eres la base de cualquier cambio que ocurra en tu sociedad.

Cuando el habla de una persona está llena de ira, es porque sufre profundamente.

Cuando comienzas a ver que tu enemigo está sufriendo, ese es el comienzo de la visión profunda.

Respirar y saber que estás vivo es maravilloso. Porque estás vivo, todo es posible.

Nunca ayuda trazar una línea y descartar a algunas personas como enemigos, incluso aquellos que actúan violentamente. Debemos acercarnos a ellos con amor en nuestros corazones y hacer lo mejor posible para ayudarles a moverse hacia la dirección de la no violencia. Si trabajamos por la paz desde el enojo, nunca tendremos éxito. La paz no es un fin. Nunca puede lograrse a través de medios no pacíficos.

De vez en cuando, para recordarnos a nosotros mismos que debemos relajarnos y estar en paz, podemos dedicar algo de tiempo a un retiro, un día de atención plena, cuando podamos caminar lentamente, sonreír, beber té con un amigo, disfrutar de estar juntos como si fuéramos las personas más felices de la Tierra.

La esperanza es importante porque puede hacer que el momento presente sea menos difícil de soportar. Si creemos que mañana será mejor, podemos soportar una dificultad hoy.

La mente puede ir en mil direcciones, pero en este hermoso camino, camino en paz. Con cada paso, sopla el viento. Con cada paso, una flor florece.

Si amas a alguien, el mejor regalo que le puedes dar es tu presencia.

Si amas a alguien pero rara vez te haces disponible para esa persona, eso no es amor verdadero.