Brahman está más allá de la mente y el habla, más allá de la concentración y la meditación, más allá del conocedor, lo conocido y el conocimiento, más allá incluso de la concepción de lo real y lo irreal. En resumen, está más allá de toda relatividad.

El hombre sufre por la falta de fe en Dios.

El anhelo es como el amanecer rosado. Después del amanecer sale el sol. El anhelo es seguido por la visión de Dios.

Infinitos son los caminos e infinitas las opiniones.

No se debe pensar: "Mi religión es el único camino correcto y las demás religiones son falsas". Dios se puede realizar por medio de todos los caminos. Basta con tener un anhelo sincero por Dios. Infinitos son los caminos e infinitas son las opiniones.

Un hombre verdaderamente religioso debe pensar que otras religiones también tienen muchos caminos que conducen a la verdad. Siempre se debe mantener una actitud de respeto hacia otras religiones. No disputes, mientras te mantienes firme en tu propia fe y opinión, permite a los demás la misma libertad para sostener su propia fe y opinión.

Ahora he llegado a una etapa de realización en la que veo que Dios camina en cada forma humana y se manifiesta por igual a través del sabio y del pecador, el virtuoso y el vicioso. Por lo tanto, cuando encuentro a diferentes personas, me digo a mí mismo: "Dios en la forma del santo, Dios en la forma del pecador, Dios en la forma del justo, Dios en la forma del injusto."

Termina los pocos deberes que tienes en mano, y luego tendrás paz.

El perdón es la verdadera naturaleza del asceta.

Todos ciertamente realizarán a Dios. Todos serán liberados. Puede ser que algunos reciban su comida por la mañana, otros al mediodía y otros por la tarde; pero ninguno se quedará sin comida. Todos, sin excepción, ciertamente conocerán su verdadero Ser.

Mientras la abeja esté fuera de los pétalos del lirio, y no haya probado la dulzura de su miel, gira alrededor de la flor emitiendo un zumbido; pero cuando está dentro de la flor, bebe el néctar en silencio. Mientras un hombre discute y disputa sobre doctrinas y dogmas, no ha probado el néctar de la verdadera fe; cuando lo haya probado, se volverá tranquilo y lleno de paz.

La brisa de la gracia siempre está soplando; pon tu vela para capturar esa brisa.

Un barco puede estar en el agua, pero el agua no debe estar en el barco. Un aspirante espiritual puede vivir en el mundo, pero el mundo no debe vivir en él.

Muchas personas piensan que no pueden tener conocimiento o comprensión de Dios sin leer libros. Pero escuchar es mejor que leer, y ver es mejor que escuchar. Escuchar sobre Benarés es diferente de leer sobre él; pero ver Benarés es diferente de escuchar o leer.

Aquellos que deseen alcanzar a Dios y progresar en la devoción religiosa, deben guardarse especialmente de las trampas de la lujuria y la riqueza. De lo contrario, nunca podrán alcanzar la perfección.

La compasión que ves en los bondadosos es la compasión de Dios. Él se las ha dado para proteger a los desamparados.

Es suficiente tener fe en un aspecto de Dios. Pero nunca pienses que tu fe es la única verdadera y todas las demás son falsas.

Aquellos cuya conciencia espiritual ha sido despertada nunca hacen un movimiento falso. No tienen que evitar el mal. Están tan llenos de amor que todo lo que hacen es una buena acción. Son completamente conscientes de que no son los hacedores de sus acciones, sino solo siervos de Dios.

El conocimiento lleva a la unidad, pero la ignorancia a la diversidad.

Sólo dos tipos de personas pueden alcanzar el autoconocimiento: aquellos que no están cargados en absoluto con el aprendizaje, es decir, cuyas mentes no están abarrotadas de pensamientos tomados de otros; y aquellos que, después de estudiar todas las escrituras y ciencias, han llegado a darse cuenta de que no saben nada.

Hay tres tipos de amor; desinteresado, mutuo y egoísta. El amor desinteresado es el más alto; El amante sólo se preocupa por el bienestar del amado y no se preocupa por sus propios sufrimientos. En el amor mutuo el amante no sólo quiere la felicidad de su amado; pero también tiene un ojo hacia su propia felicidad. Es intermedio. El amor egoísta es el más bajo. Sólo busca su propia felicidad, sin importar si el amado sufre ventura o desdicha.

Los vientos de la gracia de Dios siempre soplan, nos toca a nosotros izar las velas.

Es la mente la que hace a uno sabio o ignorante, atado o emancipado.