Si te preparas para conocer el conocimiento superior, entonces lo merecerás. Merecer significa aumentar tu capacidad. Quieres poner todo el océano en un balde. El océano está ahí. Puedes tenerlo, pero no tienes la capacidad. Cuando lo merezcas, tendrás la capacidad. El Señor, la realidad, la verdad, siempre están dentro de ti. Solo tienes que tomar conciencia. Puedes hacer esfuerzos sinceros para trabajar contigo mismo.

Intenta aprender la verdad acercándote a un maestro espiritual. Pregúntale humildemente y préstale servicio. El alma autorrealizada puede impartirte conocimiento porque ha visto la verdad.

El estado de Buda es un estado libre de todas las obstrucciones al conocimiento y las emociones perturbadoras. Es el estado en el que la mente está completamente evolucionada.

El conocimiento de un hombre sabio no le será de utilidad si no tiene control sobre su lengua.

El dolor, la tristeza, la ignorancia son ilusorias; no pueden vivir. La dicha, la alegría, el conocimiento son verdaderos; no pueden morir.

Renunciar a las cosas no es abandonarlas. Es reconocer que todas las cosas se van.

El fuego del Conocimiento reduce todas las obras a cenizas.

El proceso de educación ocurre en el campo de la conciencia; el requisito para una educación completa es por lo tanto el pleno desarrollo de la conciencia: la iluminación. El conocimiento no es la base de la iluminación, la iluminación es la base del conocimiento.

El indicador del verdadero conocimiento es la capacidad de diferenciar lo que nos eleva de lo que nos hunde.

Avidya, ignorancia, es el estado exterior de la mente; Bidya, Conocimiento, es el estado posterior a la práctica de Kriya.

El conocimiento está estructurado en la conciencia.

El verdadero conocimiento no se alcanza mediante el pensamiento. Es lo que eres; es lo que te conviertes.

La Divinidad nunca es un objeto de su propio conocimiento. Así como un cuchillo no se corta a sí mismo, el fuego no se quema a sí mismo, la luz no se ilumina a sí misma. Siempre es un misterio interminable para sí misma.

Es mejor sentarse solo que en compañía de los malos, pero es mejor aún sentarse con los buenos que estar solo. Es mejor hablar con un buscador de conocimiento que permanecer en silencio, pero el silencio es mejor que las palabras vanas.

Solo el conocimiento que viene desde adentro es el verdadero conocimiento.

Todos los males que los hombres se causan unos a otros debido a ciertos deseos, opiniones o principios religiosos, tienen su raíz en la ignorancia. [Todo el odio acabaría] cuando la tierra se inundara con el conocimiento de Dios.

El hecho de que se hayan dado leyes al hombre, tanto afirmativas como negativas, apoya el principio de que el conocimiento de Dios sobre los eventos futuros no cambia su carácter. La gran duda que se presenta en nuestra mente es el resultado de la insuficiencia de nuestro intelecto.

Los esfuerzos humanos son de cuatro tipos, ya que hay cuatro fines o objetivos de la vida: Artha (riqueza), kama (deseo), dharma (religión) y moksha (liberación). Los dos primeros arrastran a uno hacia las cosas mundanas, mientras que los dos últimos lo conducen hacia Dios. Los dos primeros resultan en la caída y la ignorancia, mientras que los dos últimos culminan en el ascenso y el conocimiento.

El inconsciente es la única fuente disponible de experiencia religiosa. Esto ciertamente no significa que lo que llamamos inconsciente sea idéntico a Dios o que ocupe su lugar. Es simplemente el medio del cual parece fluir la experiencia religiosa. En cuanto a cuál podría ser la causa ulterior de dicha experiencia, la respuesta a esto está más allá del alcance del conocimiento humano.

El miedo comienza y termina con el deseo de estar seguro; seguridad interior y exterior, con el deseo de estar seguro, de tener permanencia. La continuidad de la permanencia se busca en todas las direcciones, en la virtud, en las relaciones, en la acción, en la experiencia, en el conocimiento, en las cosas externas e internas. Buscar seguridad y estar seguro es el grito eterno. Es esta demanda insistente la que engendra el miedo.

Solo puedes entender a otras personas tanto como te entiendes a ti mismo y solo en el nivel de tu propio ser. Esto significa que puedes juzgar el conocimiento de otras personas, pero no puedes juzgar su ser. Solo puedes ver en ellos tanto como tienes en ti mismo. Pero las personas siempre cometen el error de pensar que pueden juzgar el ser de los demás. En realidad, si desean encontrarse y entender a personas de un desarrollo superior al suyo, deben trabajar con el objetivo de cambiar su ser.

La concentración de la mente es de alguna manera común tanto al Conocimiento como al Yoga. El Yoga tiene como objetivo la unión del individuo con lo universal, la Realidad. Esta Realidad no puede ser nueva. Debe existir incluso ahora, y existe.

No confundas el entendimiento con un vocabulario más amplio; los escritos sagrados son beneficiosos para estimular el deseo de realización interior, si se asimilan lentamente una estrofa a la vez. El estudio intelectual continuo resulta en vanidad y la falsa satisfacción de un conocimiento no digerido.