La verdadera práctica de la meditación es sentarse como si estuvieras bebiendo agua cuando tienes sed.

El reposo es el secreto de toda contemplación y meditación, el secreto de ponerse en sintonía con ese aspecto de la vida que es la esencia de todas las cosas. Cuando uno no está acostumbrado a descansar, no sabe lo que está detrás de su ser.

La meditación no es nada más que tomar una ducha mental.

Mediante la meditación, siento que hemos plantado dinamita para trascender el mundo de la confusión. Así que sería bueno que pudieras practicar la meditación tanto como puedas, tanto física como psicológicamente. Podrías volverte más claro y cuerdo, y también podrías influir en la neurosis nacional de esa manera.

Y el milagro es: si puedes entrar en tu sufrimiento como una meditación, observando, hasta las raíces más profundas de él, solo mirando, desaparece. No tienes que hacer nada más que mirar. Si has encontrado la causa auténtica al observar, el sufrimiento desaparecerá.

La creatividad es secundaria, la meditación es básica y fundamental; todo debe surgir de tu meditación. Entonces te dará una beatitud, tu ser será una nueva canción y ayudará a los demás a experimentar algo de ello. Dependerá de su capacidad meditativa.

La meditación es buena, se puede alcanzar una mente pura mediante la concentración y el desapego. Medita en un solo punto y conocerás a Dios.

La paz se puede alcanzar mediante la meditación sobre el conocimiento que los sueños brindan. También se puede alcanzar la paz mediante la concentración en lo que más se ama en el corazón.

El propósito principal de la meditación es tomar conciencia y familiarizarse con nuestra vida interior. El propósito último es llegar a la fuente de la vida y la conciencia.

La meditación tiene que convertirse en tu latido; incluso cuando estás durmiendo, la meditación continúa como una corriente subterránea.

Debido a que la verdad es sumamente sutil y serena, la bienaventuranza del Ser solo puede manifestarse en una mente hecha sutil y estable por la meditación constante.

Para lograr ese estado de felicidad duradera y paz absoluta, primero debemos saber cómo calmar la mente, concentrarnos y trascender la mente. Al volcar la concentración de la mente hacia adentro, hacia el ser, podemos profundizar esa experiencia de concentración perfecta. Este es el estado de la Meditación.

La meditación no es una forma de hacer que tu mente se calme. Es una forma de entrar en la calma que ya está allí, enterrada bajo los 50,000 pensamientos que una persona promedio tiene todos los días.

La meditación no es nada más que un esfuerzo por dejar caer todos los elementos extraños para que puedas verte a ti misma como eras antes de nacer, reflejada en su pureza. Es un gran silencio y una gran alegría estar allí, y una vez que empieces a permanecer allí, no hay muerte ni tiempo. Todo miedo, toda codicia, toda ira desaparece: uno está simplemente allí sin ideas ni deseos.

La llamada meditación trascendental no es más que un tranquilizante psicológico. No es nada, solo un tranquilizante. Ayuda, pero es bueno para dormir, no para meditar. Puedes dormir bien, un sueño más tranquilo estará allí. Es bueno, pero no es meditación en absoluto. Si repites una palabra constantemente, crea cierto aburrimiento, y el aburrimiento es bueno para dormir.

Mantén viva la memoria de tu verdadera naturaleza, incluso mientras trabajas, y evita la prisa que te hace olvidar. Sé deliberado. Practica la meditación para aquietar la mente y hacerla consciente de su verdadera relación con el Ser que la sostiene. No imagines que eres tú quien hace el trabajo. Piensa que es el corriente subyacente quien lo hace. Identifícate con la corriente.

Hay cuatro grandes eventos en la historia: el asedio de Troya, la vida y crucifixión de Cristo, el exilio de Krishna en Brindaban y la conversación en el campo de Kurukshetra. El asedio de Troya creó Hellas, el exilio en Brindaban creó la religión devocional (porque antes solo había meditación y adoración), Cristo desde su cruz humanizó Europa, la conversación en Kurukshetra liberará aún a la humanidad.

Mediante la ciencia definitiva de la meditación, conocida durante milenios por los yoguis y sabios de la India, y por Jesús, cualquier buscador de Dios puede ampliar el calibre de su conciencia hasta la omnisciencia para recibir dentro de sí mismo la Inteligencia Universal de Dios.

Una respiración consciente hacia dentro y hacia fuera es una meditación.

Medita. Unos pocos minutos de meditación profunda te conectarán con el océano de intuición que hay en tu interior.

En Oriente dicen que el sufrimiento es evitable y no necesario. ¡La vida es dicha! ¿Sabes por qué? Es porque la sabiduría, el yoga y la meditación son maneras de evitar el sufrimiento que aún no ha llegado.

La meditación es el viaje interior, el viaje espiritual, el viaje hacia el Absoluto o el viaje del amor divino.

Dios mora en ti, como tú, y no tienes que 'hacer' nada para ser realizado como Dios o Realizado en el Ser, ya es tu estado verdadero y natural. Simplemente abandona toda búsqueda, dirige tu atención hacia adentro y sacrifica tu ego a Ese Único que irradia en el Corazón de tu ser. Para que esto sea tu propia experiencia vivida en el presente, la Meditación de Investigación del Ser es una forma directa e inmediata.